LA X EN LA FRENTE
Moisés MOLINA*
Mis contemporáneos no me dejarán mentir.
En la década de los noventa en la ilustrísima facultad de derecho de la UABJO, los estudiantes del istmo eran mayoría.
Quizás sea por tantas y tantos amigos istmeños que cultivé mayoritariamente por aquellos años escolares, mucha gente tiene la creencia de que mis orígenes están allá.
Hoy que me tocó regresar a Tehuantepec con mis compañeros magistrados dentro de nuestro programa “Justicia Más Cerca de Ti”, recibí con emoción el abrazo de muchas y muchos de esos amigos que regresaron al istmo a servir desde la abogacía.
Y es que en aquellos tiempos, la UABJO era prácticamente la única opción. Y los “meños”, que nacieron para ser abogados, inundaban nuestra facultad.
Hoy los jóvenes del istmo ya tienen escuelas donde estudiar derecho en su región y hoy me dio mucho gusto encontrarme, en la audiencia pública, un público preponderantemete de estudiantes de derecho.
Reitero mi creencia noventera: los istmeños nacieron para ser abogados.
Y no fue solamente su presencia la que me autoriza a pensar así.
Fueron también los diálogos que tuve la oportunidad de entablar con varias y varios de ellos, terminado el evento.
Vi una juventud despierta, deseosa de aprender y también de cuestionar; que entienden perfectamente que el derecho es un instrumento de transformación social y no solo una técnica que se debe aprender como un oficio para tener una chamba que permita sobrellevar la vida.
Coincidieron conmigo en que los abogados deben ser la conciencia de la sociedad y sus guías.
Les platiqué de los tiempos en que los abogados ocupaban naturalmente la gran mayoría de las posiciones de poder dentro del sistema político y de cómo eso se fue perdiendo.
A consejo pedido, les pedí que estudiaran y se informaran mucho, que se organizaran con otros jóvenes de otras escuelas, que ingresaran a despachos, juzgados o fiscalías para entender cuanto antes cómo funciona la teoría en la práctica y no se cansaran de cuestionar lo que debe ser cuestionado.
Les dije que al abogado lo asocian con el búho porque tiene los ojos bien abiertos en una sociedad que necesita la perspectiva transformadora de los abogados.
Les dejé mi número y me puse a sus órdenes. Así que muy pronto -seguramente- estaremos de regreso para platicar con ellos más largo y tendido.
Alfonso Reyes aconsejó siempre “tomar el pulso de la patria” en aquellos tiempos y en aquellos hombres en que parece haberse intensificado.
Hoy el istmo late muy fuerte y hay que tomarle la palabra a esta juventud pujante con ganas de comerse al mundo a rebanadas.
Aprovecho para agradecer la inmejorable anfitrionía de la Dra. Ana Cecilia Pérez Velásquez, Presidenta de Tehuantepec, mujer amable, alegre y muy trabajadora que nos hizo sentir (todavía más) como en casa.
Las magistradas y los magistrados del Tribunal Superior de Justicia seguiremos visitando las regiones para platicarle al pueblo de Oaxaca de qué se trata nuestro trabajo y por qué es importante para la paz social, la justicia y la democracia.
*Magistrado Presidente de la Sala Constitucional y Cuarta Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca

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