CRÓNICA POLÍTICA: El abucheo a “Alito” y la ratificación de Barbosa
Rosy RAMALES
Parece que Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”) no es profeta en su tierra: Campeche, donde, en el municipio de Hopelchén, fue abucheado cuando acompañaba en una gira al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
No gustó la presencia del gobernador priista en la presentación de los programas sociales “Bienestar”. Seguramente los abucheos, rechiflas y los “fuera”, salieron del ronco pecho de seguidores de AMLO, probablemente militantes y simpatizantes de Morena.
O tal vez se trató de militantes de cualquier otras filiación política, excepto del PRI. Claro, imagínense a Moreno Cárdenas abucheado por priistas, entonces nada tendría que hacer buscando la presidencia nacional de su longevo partido.
Pero no, seguramente no fueron priistas, sino personas afines al mandatario nacional que ya volvieron a las andadas abucheando a cuanto gobernador que no sea de Morena.
Cosa delicada, porque revela que los funcionarios de López Obrador organizan los actos oficiales de manera partidizada. Igual y no. Quizá solo se trata de ciudadanos apartidistas.
Mmm…pero la situación debe preocupar a “Alito”, porque entonces la sociedad civil no está con él en Campeche. ¿Toda o parte? Es relativo, en realidad todo gobernante nunca tiene unanimidades, ni la lista nominal de electores completa a su favor.
De cualquier modo, quien sabe si le convenga al PRI tener como presidente nacional un cuadro impopular; incluso en su propia tierra natal. Bueno, también es relativo, pues con sus honrosas excepciones, cualquier gobernador tendrá en su contra a parte de la ciudadanía; incluso, a parte de la militancia de su respectivo partido político.
Por cierto, recuerdo un caso de excepción: Don Heladio Ramírez López, cuya fotografía permaneció mucho tiempo en diversos palacios municipales, principalmente de zonas indígenas de Oaxaca, como una forma de honrar a un buen gobernador (y era del PRI).
Bueno, ni tan la excepción, porque a don Heladio no lo quería la llamada “vallistocracia”; o sea, la clase pudiente de la capital oaxaqueña: Lo rechazaban por su origen indígena y pobre.
En fin, retomando el tema: Seguramente tanto Moreno Cárdenas como cualquier otro de los aspirantes a dirigir el PRI nacional, tienen fans y también detractores.
Pero de entre todos ellos los priistas deberán elegir al menos peor. Y ahí está el problema.
Lo que sería una terrible paradoja es que “Alito” ganara la elección interna, pero el PRI perdiera Campeche en la próxima elección de gobernador.
Por cierto, en la reciente gira de AMLO a aquella entidad, ¿él y Moreno Cárdenas tocarían el tema de la renovación del Comité Ejecutivo Nacional priista?
LA RATIFICACIÓN DE BARBOSA
Quien sabe en qué momento, varios de los partidos políticos (si no es que todos) adoptaron la encuesta como un método para seleccionar candidaturas a cargos de elección popular.
Vaya, se convirtió en el método por excelencia. Pero, lamentablemente, ha servido para dar legitimidad a decisiones cupulares, con sus salvedades.
A veces se confunde el conocimiento que la militancia y a ciudadanía tienen de la persona con preferencia electorales; son dos cosas muy distintas. Además, nunca se tiene la certeza de los resultados de las encuestas internas.
En fin, que Morena usó la encuesta para tomar la decisión final de postularlo nuevamente como candidato a la gubernatura de Puebla, ahora para la elección extraordinaria.
Y como ya saben, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), al resolver un medio de impugnación, ordenó al Comité Nacional de Morena emitir otro dictamen debidamente fundado y motivado, en el plazo de 48 horas, en el que exponga las razones por las cuales la encuesta realizada sirve de base para designar a su candidato en la elección a la Gubernatura de Puebla.
Morena procedió más que velozmente. Y el INE-Local ratificó la candidatura de Barbosa. Sin embargo, no todo está dicho.
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Correo: rosyrama@hotmail.com
Rosy RAMALES
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