El abstencionismo ya enseña sus garras.
O dicho de otra manera, los dos frentes -el oficialista liderado por Andrés Manuel López Obrador y el opositor- no han sido capaces de despertar suficiente ánimo en la ciudadanía.
Y si se quiere personalizar, demos nombres: ni Claudia Sheinbaum con todo el aparato de Estado, ni Xóchitl Gálvez con toda la decepción popular, concitan la participación.
Del tercer candidato, Jorge Álvarez Máynez, poco puede decirse porque no se le conoce y su misión es específica: fracturar el voto inconforme para favorecer a la candidata del gobierno.
Como sea, los signos son ominosos.
Lea usted algunos:
En promedio más de 56 por ciento de los entrevistados en los sondeos se niegan a contestar los cuestionarios para medir las tendencias rumbo a junio.
Este estudio demoscópico fue patrocinado por el PRI y su presidente Alejandro Moreno, Alito, se declaró sorprendido con tamaña indiferencia.
Muchos consultados dieron sus razones: se ha abusado de los interrogatorios, pues se les pregunta por todo y para todo, desde el jabón preferido hasta la militancia partidista.
DESENCANTO POLÍTICO
A esta información siguió otra.
El equipo de campaña de Xóchitl Gálvez organizó una reunión en la Ciudad de México de promotores estatales y representantes de organizaciones sociales para análisis y capacitación.
Ahí se les dieron estos datos:
Poco más de 46 por ciento de los ciudadanos se declararon frustrados de la política, de los partidos, del gobierno de López Obrador y de los candidatos.
Abiertamente confesaron no tener interés en votar el 2 de junio y mucho menos en monitorear las campañas de los dos frentes, el de Claudia Sheinbaum y el de Xóchitl Gálvez.
Pero hay más datos ocultos:
De los 54 restantes, 20 puntos -es decir, dos de cada seis votantes- se niegan a revelar sus simpatías y mucho menos a garantizar el voto por tal o cual abanderada.
En consecuencia, sólo serían sinceros menos del 40 por ciento y a pesar de ello las firmas demoscópicas usan sus resultados para impulsar campañas y dar desde ahora ganadora oficial.
En ese terreno se mueve la contienda con gasto de miles y miles de millones de pesos del erario, de financiamiento turbio y -lo menos- de cuotas de militantes.
Usted dirá a dónde vamos.
DE MORENA AL FRENTE
1.- Como legislador gobiernista le dio mucha guerra al gobierno.
Jugó con Marcelo Ebrard en la mascarada de las corcholatas y luego, desde el Senado, fustigó el régimen unipersonal y autoritario morenista.
A continuación expresó su apoyo a Xóchitl Gálvez y al Frente Amplio por México o Fuerza y Corazón por México.
Trabaja con decepcionados, con el régimen actual y ha recibido un premio: Alejandro Rojas Díaz-Durán será diputado federal en la próxima Legislatura.
Desde ahí, promete, “impulsaré reformas constitucionales orientadas a una profunda reforma del Estado que derive en la instauración de un nuevo régimen”.
Y 2.- En plena efervescencia política Jesús Silva-Herzog Márquez dictará hoy la conferencia Pensar en el futuro: lecciones antiguas para retos contemporáneos.
Lo invitó el Universal Thinking Forum al Centro Cinia González del Hospital Español. Ahí estará a las cinco de la tarde y se pondrá bueno el debate.
@urenajose1
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