La justicia británica asestó un duro golpe al primer ministro Boris Johnson al dictaminar como “ilegal y sin efecto” su decisión de suspender las labores parlamentarias hasta pocos días antes del Brexit, tras lo cual se multiplicaron los llamados a su dimisión.
La presidenta de la Corte Suprema, la jueza Brenda Hale, pidió que el parlamento vuelva a ser convocado “cuanto antes”.
La decisión de suspender el parlamento fue ilegal porque tuvo el efecto de frustrar o impedir la capacidad del parlamento para llevar a cabo sus funciones constitucionales sin una justificación razonable”. Brenda Hale, presidenta de la Corte Suprema
Los legisladores “deben reunirse sin más tardar”, afirmó inmediatamente el presidente de la Cámara de los Comunes, el conservador John Bercow, quien había denunciado la medida como un “ultraje constitucional”.
Por su parte, el diputado nacionalista escocés Ian Blackford tuiteó:
Debemos hacer que el gobierno rinda cuentas de sus acciones. Ahora Boris Johnson debería dimitir después de haber actuado contra la ley”. Ian Blackford, diputado nacionalista escocés
Y desde el congreso anual del Partido Laborista en Brighton, el líder de la oposición Jeremy Corbyn, llamó también al primer ministro a renunciar.
El controvertido Johnson, que se encuentra en Nueva York para la Asamblea General de la ONU, recibe así un nuevo golpe, tras los duros reveses recibidos en las últimas semanas.
Antes de la suspensión parlamentaria, sufrió una rebelión entre los diputados conservadores, perdió la mayoría absoluta, vio aprobada una ley que le obligaría a pedir un nuevo aplazamiento del Brexit y denegada su propuesta de elecciones anticipadas para salir del bloqueo.
UNO TV
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