Diplomáticos critican postura de Tabaré Vázquez

Montevideo. El canciller Rodolfo Nin Novoa se disgustó por la nota divulgada este lunes por un grupo de 21 diplomáticos de carrera retirados, en la que cuestionaban la posición de neutralidad del gobierno uruguayo frente a la situación de Venezuela y así se lo hizo saber en una conversación telefónica a Marta Echarte, una de las firmantes del comunicado.

Echarte dijo a El Observador que le sorprendió recibir la llamada del ministro que describió como tensa y subida de tono. Otros de los firmantes dijeron a El Observador que en esa llamada hubo insultos, pero Echarte no quiso hacer comentarios sobre el contenido de la conversación y, en cambio, transmitió que la comunicación la dejó “triste, dolorida y muy mal anímicamente” ya que ella había trabajado junto al ministro y tiene un profundo respeto por él.

La nota, publicada por los diplomáticos de carrera —muchos de los cuales llegaron a ser embajadores—, constituyó una novedad sin precedentes. En la carta, los diplomáticos retirados criticaron a la actual administración por desconocer la tradición del Estado uruguayo de defensa de la libertad. Para los diplomáticos, la postura de la cancillería “no solamente lesiona” el “prestigio internacional” del país, sino que además “se aparta del sentir de la mayoría” de la población.

“En la aplicación de su política exterior el Uruguay se ha caracterizado por estar en la primera línea en la defensa de la libertad y la convivencia, como corolario de un sistema de vida consustancial con lo que el uruguayo medio siente y vive. (…) Desafortunadamente, nos vemos en la obligación moral de afirmar que, con respecto a la situación imperante en Venezuela, la administración, desde hace largo tiempo, no reafirma el mandato de dicha tradición, proponiendo iniciativas o votando resoluciones que desconocen a la misma y que no solamente lesionan nuestro prestigio internacional”, señala el documento firmado por los diplomáticos retirados.

En la misiva, los firmantes aseguran que su posición es compartida por un importante número de diplomáticos que se encuentran en actividad y que, por tanto, están inhabilitados de hacer público su parecer.

Se puede ver con claridad el enojo entre diplomáticos por la postura del presidente Tabaré Vázquez.

Este jueves se realizará en Montevideo una cumbre internacional en la que procurará buscar una salida a la crisis de Venezuela. Uruguay ha adopatado una posición de no intervención y está a favor del diálogo.

Uruguay y México no levantan ánimo

Montevideo. Como propuesta para encontrar una salida a la crisis de Venezuela el canciller de México, Marcelo Ebrard, y su par uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, así como representantes de los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) propusieron el Mecanismo de Montevideo como una alternativa para lograr la estabilidad.

La iniciativa de ser aceptada por las partes involucradas en Venezuela, se desarrollará en cuatro fases: diálogo inmediato, negociación, compromisos e implementación durante un periodo razonable y previamente acordado por los actores venezolanos.

Sin embargo, desde el martes la legítima Asamblea Nacional negó cualquier tipo de diálogo “que alargue el sufrimiento” de los venzolanos.

Se sabe que Marcelo Ebrard estará presente de manera no oficial en la reunión del Grupo de Contacto que organiza la Unión Europea el día de hoy también en Montevideo. La famosa conferencia que Uruguay y México lanzaron no generó ningún tipo de expectativas por parte de la oposición a Maduro.

En la reunión de hoy participarán la Unión Europea, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Portugal, España, Suecia, Reino Unido, Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay.

Propuesta tardía

La editorial del diario El Observador describe que la propuesta de Uruguay y México es “extemporánea tal como están las cosas hoy en Venezuela, una pradera incendiada que Uruguay cree posible combatir con un simple balde de agua.

Una mesa de negociación cuando el régimen dictatorial chavista es responsable de unos 40 muertos y más de 850 detenidos en las protestas callejeras realizadas el pasado mes de enero. Una mesa de negociación cuando funcionarios de la Fuerza de Acciones Especiales están intimidando a la familia de Guaidó, a quien la justicia chavista le prohibió la salida del país y le congelaron todas las cuentas (…) Por algo es que el presidente chavista es el único entusiasta con el generoso ofrecimiento de México y Uruguay. Es más que comprensible la presión opositora y de países extranjeros para que Maduro se vaya”.

Con información del economista

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