* Debe llamar poderosamente la atención de los elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) que “La Cachorra” era el responsable del registro y reporte fotográfico del traslado de basura a Orizaba, Veracruz.
* Si a ello sumamos la disputa de los sindicatos de transportistas presuntamente involucrados con el crimen organizado, la ejecución del empleado de la Dirección de Aseo Público cobra un sesgo preocupante.
La ejecución de Óscar Omar Castellanos Ángel, empleado de confianza de la Dirección de Aseo Público de la Secretaría de Servicios Municipales, a plena luz del día, obliga a profundizar las investigaciones.
La ejecución se registró la tarde de este martes tres de octubre, en el centro temporal de transferencia, ubicado en las riberas del Río Atoyac, a la altura del Mercado de Madera de la Central de Abastos.
No es fortuito ni simple causalidad el evidente, público y notorio “modus operandi” de ejecución, no de asesinato común. “La Cachorra” recibió seis balazos, calibre 9 milímetros, con tiro de gracia en la cabeza.
Obligado es que las autoridades municipales capitalinas encabezadas por Chico Martínez, pero sobre todo las ministeriales del Fiscal “florero” Bernardo Rodríguez investiguen, qué se comió Óscar Omar.
Por salud pública y política urge que las autoridades den respuesta a esta interrogante que rodea la muerte con “modus operandi” de ejecución del empleado municipal con seis meses de antigüedad.
La vida en general, pero especialmente la criminología y la criminalística enseñan que nadie muere porque si, es decir, sin causa, motivo o razón alguna. Y la ejecución de Óscar Omar así lo deja entrever.
Originario de la capital oaxaqueña, Óscar Omar Castellanos Ángel, nació el 28 de diciembre de 1991 y tenía antecedentes penales. En 2019, fue sentenciado por la comisión del delito de robo calificado.
Debe llamar poderosamente la atención de los elementos de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) que “La Cachorra” era el responsable del reporte fotográfico del traslado de basura a Orizaba, Veracruz.
Además, aunque oficialmente no se ha confirmado, de manera extraoficial, logramos establecer que entre las pertenencias de Óscar Omar Castellanos Ángel supuestamente fue encontrada droga.
En las benditas redes sociales circulan insistentes versiones que Óscar Omar, alias “La Cachorra” era narcomenudista y se dedicaba a tirar droga en la zona, lo que debe ser ampliamente investigado.
Altamente positivo será que la Fiscalía General de la República (FGR) atraiga el caso ante la omisión, negligencia y probable complicidad del Fiscal “florero”, al desclasificar los delitos de alto impacto.
Si a ello sumamos la disputa de los sindicatos de transportistas presuntamente vinculados al crimen organizado la ejecución del empleado de la Dirección de Aseo Público cobra un sesgo preocupante.
Obligado es preguntar: ¿Y si, además de basura, las góndolas contratadas por el Municipio capitalino trasladan droga a Cholula y Orizaba en los vecinos estados de Puebla y Veracruz, respectivamente?
De ser real esta posibilidad revelaría que el Gobierno Municipal de Morena está podrido hasta la médula, debido a la escandalosa corrupción que provocó el saqueo de vehículos del Encierro Primavera.
Al mismo tiempo, pondría de manifiesto en toda su crudeza que la delincuencia común y organizada ha rebasado completamente a la segunda administración municipal de la capital oaxaqueña. ¡Qué grave!
Al minimizar la ejecución de Óscar Omar, condenaron la agresión y aseguraron que estarán “atentos a los resultados de las investigaciones para dar con los responsables de este lamentable suceso”.
@efektoaguila
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