* La zona Triqui, otra vez, se tiñe de sangre. Sabotean el Acuerdo de Paz. El MULT confirmó la
muerte de uno de sus dirigentes en Putla y denunció un ataque armado en Tierra Blanca,
Juxtlahuaca, y responsabiliza al MULTI.
* Municipios, pueblos, comunidades, partidos y organizaciones políticas y sociales y grupos
armados vinculados a la guerrilla y al narcotráfico, impiden concluir el Interoceánico y las
carreteras a la Costa y el Istmo.
La herencia maldita de las presiones y chantajes de grupos, partidos y organizaciones políticas y
sociales, así como las traiciones del “fuego amigo” frenan el crecimiento y desarrollo de Oaxaca.
La mezquindad de esta actitud y conducta, producto de las desmedidas ambiciones malsanas,
continúa impidiendo históricamente a los oaxaqueños salir del ancestral rezago y marginación.
La zona Triqui, otra vez, se tiñe de sangre. Sabotean el Acuerdo de Paz. El MULT confirmó la
muerte de uno de sus dirigentes en Putla y denunció ataque armado en Tierra Blanca, y
responsabilizó al MULTI.
La Sección XXII de la CNTE reinició las marchas, ahora, con familiares de la maestra Janet García
Hernández en demanda de justicia a la Fiscalía General por su feminicidio en la colonia Santa
Anita.
Las obras insignias del gobierno federal y local en el Corredor Interoceánico tienen más de un año
de retraso. Y este empeora en el caso de las supercarreteras a la Costa y al Istmo de Tehuantepec.
La corrupción caracteriza las permanentes presiones y chantajes de la mafia de sindicatos de
transportistas a los que el presidente AMLO acusa de estar involucrados con el crimen organizado.
La corrupción no es ajena a los consorcios de la construcción al utilizar, por ejemplo, material
pétreo de mala calidad en la edificación de la Escollera Oeste, en el puerto de Salina Cruz.
Municipios, pueblos, comunidades, partidos y organizaciones políticas y sociales y grupos armados
vinculados a la guerrilla y al narcotráfico, han impedido concluir estas ambiciosas obras sociales.
La mano negra que mece la cuna de la ingobernabilidad utiliza a grupos radicales de la Sección XXII
de la CNTE, como la UTE, con Rogelio Vargas Garfias, ex Comisionado de Gobierno en Mixtequilla.
Emplean a Erangelio Mendoza González, fundador de la CODEMO, presuntamente involucrado con
el EPR, y a Luis Fernando Canseco Girón, de Praxis, operador político en el Corredor Interoceánico.
Usan a Juan Gutiérrez González, exdirector del CRENO, aviador de la Prepa 7 de la UABJO con
número de empleado 12488, manipula a normalistas de la CENEO, que ayer instalaron un plantón
frente a la Sección XXII en demanda de contratación.
Asimismo, utilizan al centroamericano Carlos Beas Torres, dirigente de la Unión de Comunidades
Indígenas de la Zona Norte del Istmo de Tehuantepec (UCIZONI), para sabotear el Corredor
Interoceánico.
Transportistas de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM),
disputan obras del Interoceánico a la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) y a la
CTM.
No es un fenómeno sociopolítico, nada nuevo. Lamentable y dolorosamente, se ha ido agravando
cada sexenio, a partir de los 70, destruyendo a Oaxaca e impidiendo la paz y progreso general.
Tampoco es casual y sí causal que las grillas aldeanas e intrigas palaciegas armen de manera cíclica
y recurrente un coctel altamente explosivo que, poco a poco, se convierte en bomba de tempo.
Grupos, partidos y organizaciones políticas y sociales han pasado de la planeación y organización a
la ejecución del sabotaje a los esfuerzos de paz y progreso del gobierno de Salomón Jara Cruz.
Como siempre ha ocurrido, los adversarios y enemigos de los gobiernos en turno sueltan a la
jauría de los grupos de presión para chantajear a las autoridades de los tres órdenes de gobierno.
Ahora, el estado de cosas se complica al soltar a los demonios de la inseguridad y cada vez más
brutal violencia, con el baño de sangre de levantones, secuestros, desapariciones, asesinatos.
La situación se complicará con la llegada al penal de Miahuatlán de cien internos de alta
peligrosidad y sus familias, procedentes de Quintana Roo, Ciudad Juárez, Chihuahua, y Zacatecas.
Esos internos están presos por delitos federales como crimen organizado, homicidios, secuestro,
violación y portación de armas de fuego de uso exclusivo de las fuerzas armadas nacionales.
Es de destacar en las acciones y “modus operandi” de la delincuencia común, particularmente la
creciente violencia intrafamiliar y especialmente los feminicidios por la delincuencia organizada.
El anterior sexenio priista sumó más de 700 asesinatos de mujeres y feminicidios y en los dos
primeros meses del gobierno de Morena y La Primavera Oaxaqueña superan los veinte crímenes.
Asesinatos, desapariciones y feminicidios, son el gran pendiente de la justicia en Oaxaca por
impunidad, incapacidad o por complicidad de la Fiscalía General y del Poder Judicial del Estado.
Los cuerpos de mujeres asesinadas surgen tras la Alerta Ámbar por su desaparición en las diversas
regiones, lo que obliga a marchar y exigir justicia a feministas, algunas manipuladas por
funcionarios.
Es imperativa la transformación de las políticas públicas del gobierno de Salomón Jara en materia
de seguridad, procuración e impartición de justicia, otorgando prioridad al trabajo de inteligencia.
Combatir la inseguridad y violencia es, ciertamente, difícil, pero no imposible. Con voluntad
política y firmeza de carácter para respetar y hacer respetar la ley, se logra abatir la creciente
impunidad.
Al igual que en la política y los gobiernos, en la delincuencia no hay perro sin dueño ni caballo sin
jinete. Generalmente, son cómplices, jefes y comandantes de las diversas corporaciones
policíacas.
alfredo_daguilar@hotmail.com
director@revista-mujeres.com
@efektoaguila
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