* La única opción para no contagiarse masivamente y no colapsar los servicios de salud son las medidas preventivas, confinamiento, uso obligatorio de cubrebocas, sana distancia y lavarse las manos frecuentemente.
* Si continúan aumentando los contagios en los grupos vulnerables, adultos mayores de 65 años, embarazadas y niños menores de 5 años, hay riesgo de colapso en los 25 hospitales especializados.
Ante la ignorancia, irresponsabilidad y mala fe sobre la existencia de la pandemia, el diagnóstico de Donato Casas Escamilla, titular de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), es contundente:
“El virus del COVID-19 es un problema de salud real. Si hay contagio hay riesgo de muerte. No hay vacuna para prevenirlo y no hay un tratamiento para combatirlo. La sanitización no contagia”.
La única opción que hay para no contagiarse masivamente y no colapsen los servicios de salud son las medidas de prevención, uso obligatorio de cubrebocas, sana distancia y lavarse las manos.
Si siguen aumentando los contagios entre los grupos vulnerables, adultos mayores de 65 años, embarazadas y niños menores de 5 años, hay riesgo que colapsen los 25 hospitales especializados.
Por tanto, más allá de tener hospitales y camas disponibles, lo más importante, es que cada uno de los oaxaqueños es responsable de su salud y de su vida, la de su familia y la de todos los demás.
En todo el estado se tiene una capacidad instalada de 250 camas en los hospitales reconvertidos, 133 de las cuales cuentan con ventilador y el resto se consideran áreas de simple observación.
“No hay ningún sistema de salud estatal ni federal ni mundial que pueda hacer frente a los contagios masivos”, afirmó categórico en el programa Detrás de la Noticia por Regeneración TV.
A tres meses de distancia del inicio de la pandemia del coronavirus, admitió que sigue siendo alto el riesgo de contagio y de morir porque el semáforo epidemiológico se mantiene en color rojo.
“Hemos estado casi al tope de la curva epidemiológica y se ha mantenido, pero no ha bajado. Espera que después de la segunda semana de julio empiece a bajar y se pase al semáforo naranja”.
Hasta el lunes se tenían 7810 notificaciones a las que se les han hecho pruebas de laboratorio, 2846 casos negativos, 824 sospechosos, 4140 positivos, 3055 son recuperados y 475 muertes.
Del total de casos registrados, 610 activos están en aislamiento, 243 positivos están en hospitales, no todos en terapia intensiva, y el resto, sin síntomas, está en observación en sus hogares.
Del 100% de los contagiados 80% puede pasarlo en aislamiento domiciliario, 14% en observación en hospitales y 6% necesitan terapia intensiva por obesidad, diabetes o hipertensión preexistente.
Este último porcentaje de pacientes son los que tienen un alto riesgo de morir por padecer enfermedades crónico-degenerativas. La tasa de letalidad mundial alcanza 6.5 % y estatal 3.5-3.7.
Los síntomas son fiebre, tos, dolores de cabeza y muscular, y deben llamar al Centro de Atención de la Unidad de Inteligencia de Emergencias en Salud 800-770-8437, y se llena un cuestionario.
Se hace una prueba PCR a los sospechosos en el Laboratorio Estatal de Salud, reconocido por el INDRE. En 24-48 horas, se tienen resultados, si es positivo, se aísla y da seguimiento a la familia.
El mayor problema son los portadores del virus, asintomáticos; deben ser conocidos y aislados. Y después de 14 días de cuarentena, se le toma una prueba para confirmar que son negativos.
Éstos forman parte del 80% de asintomático. Si se hace la prueba el primer día, no hay resultados positivos, hasta los 4 días siguientes de incubación y al quinto día, empiezan a presentan síntomas.
Entre 7-9 días el virus se va a los pulmones y ante los problemas para respirar y la falta de oxígeno, requieren hospitalización, si no es así, pueden aislarse en su hogar y mantenerse en observación.
Los familiares no pueden estar con los pacientes hospitalizados por el alto riesgo de contagio más que verlos, a través de videoconferencias, con el apoyo telefónico permanente de trabajo social.
El sospechoso ingresa, primero, a un área de observación y valoración con médicos especialistas para ser diagnosticado y del área TRIAGE se envía a los diferentes hospitales de atención COVID.
En la capital oaxaqueña, hay varios centros de valoración, en el Hospital General Dr. Aurelio Valdivieso, en la Clínica Militar de Ixcotel, IMSS, ISSSTE, y el Hospital Regional de Especialidades.
También cuentan con áreas de valoración el Cetro de Salud Urbano y el Hospital de la Mujer y el Niño Oaxaqueño, operado por la Secretaría de la Defensa Nacional, con un total de 120 camas.
Este último hospital dispone de 30 camas de terapia intensiva. Las 90 camas restantes son de observación, y se cuenta con 60 camas más en un hospital móvil de valoración, con oxígeno.
Agradeció a todos los médicos, enfermeras, camilleros, que son fundamentales al estar en la primera línea de combate. La prioridad de los SSO es cuidarlos, porque son los que nos cuidan.
@efektoaguila
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