Rosy RAMALES
Ya es harto sabido que en el contexto de manifestaciones en su contra, el presidente Andrés Manual López Obrador advirtió a sus opositores: “Somos muy perseverantes, muy tercos, necios en el buen sentido de la palabra, por eso que se preparen los conservadores, que se preparen nuestros opositores porque no vamos a dar tregua…vamos hacia adelante hacia la transformación de México…”
Pero ni Morena, ni los morenistas le ayudan mucho.
El partido, ya ven, hecho un desastre; ni siquiera fue capaz de realizar por sí mismo sus elecciones internas, y su dirigente interino, Alfonso Ramírez Cuéllar, acusando a Yeidckol Polevnsky de irregularidades en su administración partidista.
Y los morenistas dándose hasta con la cubeta en todo el país por la presidencia y secretaría general, sin atender la organización electoral; bueno, una cosa depende de la otra, incluso las candidaturas para las elecciones 2021, salvo para las gubernaturas las cuales seguramente las decidirá el jefe político.
No obstante, dan por sentado que Morena volverá a arrasar en los comicios concurrentes del próximo año, vaya o no en coalición. Aunque muy probablemente hará de nuevo la coalición “Juntos Haremos Historia”; es más, ya hay promocionales en medios electrónicos con acciones de gobierno y legislativas que rematan con este nombre.
Sin embargo, hay un tema en el cual nadie en Morena se ha fijado: La pésima administración de presidentes municipales morenistas o emanados de la coalición. Y no obstante de que AMLO todavía trae una fuerza descomunal, los malos gobiernos municipales podrían impactar negativamente en las demás candidaturas morenistas.
¿Cuánto? Es impredecible. Lo que sí, la autoridad municipal es la más cercana a la ciudadanía y, por lo tanto, la más observada por el electorado.
En fin, Mitofsky ha realizado encuestas sobre la evaluación de los presidentes municipales, y ¡los de Morena han aparecido en el último lugar! En su Ranking100 Alcaldes de México de julio pasado así fueron registrados:
“La mejor aprobación promedio de alcaldes por partido es obtenido por Movimiento Ciudadano con 52.5%, le sigue el PAN con 49%, el PRI con 48%, PRD con 39% y Morena al final de la lista con 36%”.
¿No se supone que formando parte de la “Cuarta Transformación” deberían integrar totalmente la lista de los presidentes municipales mejor evaluados por la ciudadanía?
Sin embargo, la mayoría ha salido con aprobación media, baja o muy baja. ¿Por qué? Hay quienes han atribuido tal calificación a la falta de experiencia, a la soberbia, al desinterés en gobernar (llegaron al cargo y ya no hay otra cosa qué hacer).
Eso sí, no obstante su pésimo desempeño algunos presidentes y algunas presidentas municipales emanados de Morena o de la coalición “Juntos Haremos Historia” ya andan en plena búsqueda por la reelección para los comicios 2021.
PARA MUESTRA UN “BOTÓN”…EN OAXACA
Como reza la vox populi “para muestra un botón”, el desempeño de ediles de la coalición “Juntos Haremos Historia” en Oaxaca refleja que efectivamente han resultado gobiernos municipales de cuestionable desempeño. Los casos más emblemáticos son:
La presidenta municipal de Asunción Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta, de quien recientemente el OPLE-Oaxaca calificó de “existentes” sus conductas consistentes en la entrega de despensas con promoción personalizada.
Y el munícipe de la capital, Oswaldo García Jarquín (100% Morena), quien tiene hecho un desastre la ciudad, en cuyas calles pululan baches de dimensiones descomunales, y de los cuales culpa a la lluvia y al sistema de agua potable por dejar abiertas zanjas de ductos.
Pretextos. Porque, por ejemplo, sobre El Periférico, calles céntricas, Avenida Universidad y un sin fin de vialidades, nadie ha introducido ductos. Y las lluvias no son impedimento para realizar el revestimiento de calles.
Su administración solo ha venido haciendo “bacheos emergentes” rellenando baches con pedacería de tabiques y escombro. Y apenas inició el revestimiento de alguna de las calles, casi de manera obligada tras el linchamiento social en redes.
Y hasta que particulares como, por ejemplo, integrantes de la Asociación Mexicana de la Industria de la Construcción por su cuenta se dieron a la tarea de tapar baches; acción que en vez de agradecerla el edil morenista, su personal los infraccionó.
Como que no quiere que nadie le quite una tarea con la cual pretende quedar bien con miras a su reelección o candidatura a una diputación para las elecciones concurrentes de 2021; es más, Oswaldo García Jarquín, ha iniciado un placeo por colonias populares supervisando o entregando obras de drenaje.
¿Tarde para su aspiración?
El ánimo ciudadano está que arde porque automóviles y transeúntes se hunden en la faz lunar de la capital oaxaqueña, cuyo mal estado avergüenza a sus habitantes máxime cuando ésta ha sido un destino turístico favorito.
La revista Forbes dio a conocer que según una encuesta realizada por KAYAK, el buscador de viajes online, la capital oaxaqueña se ubica dentro de los cinco lugares más indagados en la plataforma por viajeros mexicanos, durante la contingencia de salud por COVID-19.
Imagínense qué decepción cuando vean una ciudad destrozada. ¿Y preguntarán? ¿Quién gobierna la capital oaxaqueña? Oswaldo García Jarquín, edil emanado de Morena.
ES LA OPORTUNDAD DEL PRI O DEL PAN
El cuestionado gobierno del morenista Oswaldo García Jarquín en la capital oaxaqueña, corazón político de la entidad, representa una oportunidad de oro molido para que el PRI o el PAN recuperen el gobierno municipal en las elecciones de 2021.
O tal vez una candidatura independiente.
El PAN tiene una buena carta en la actual diputada federal Alejandra García Morlan. Y el PRI tiene dos: Laura Vignon Carreño y Juan Carlos Rivera Castellanos; ella actual directora de la Adosapaco, y él, Secretario de Turismo del gobierno estatal.
En el PRI, incluso, se barajean más opciones como por ejemplo: Juan Pablo Covián y Mariana Nassar; actuales secretarios de Economía y de Movilidad estatales.
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Correo: rosyrama@hotmail.com
Rosy RAMALES
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