Rosy RAMALES
El hubiera no existe. Pero la ceremonia de conmemoración de “El Grito” que marcó el inicio de la Independencia de México, debió ser de luto tanto en Palacio Nacional como en los palacios de gobierno estatales.
Con 71 mil 678 defunciones en el país por Covid-19 al corte de ayer, ¿qué gobierno puede estar de fiesta?
Aunque dicen, que después de la ceremonia donde se emuló al cura Miguel Hidalgo y Costilla, algunos mandatarios ofrecieron una “cenita” a puerta cerrada con un mínimo de personas, pero al fin reunión.
¿Entonces cómo quieren que la gente respete las medidas sanitarias si quienes llevan la batuta ponen el mal ejemplo?
En realidad, pulularon las ceremonias de “El Grito” a lo largo y ancho del país convertidas en pasarela de modas, sobre todo de vestidos elegantes, empezando por la esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador y siguiendo con la respectiva cónyuge de algunos mandatarios.
Doña Beatriz, como en la época de la monarquía, en el balcón de Palacio Nacional lució un vestido largo color hueso en línea A, cuello alto y aplicaciones doradas en forma de mariposas; ahora evitó los escotes que tantas críticas le acarrearon el año pasado.
La esposa del gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, Ivette Morán portó un hermoso vestido confeccionado con aplicaciones de bordados y listones de los trajes multicolores de las ocho regiones de la entidad.
Por cierto, ¿en qué parte de la historia de México se habla de que el cura Miguel Hidalgo agarró de la mano a su esposa para arengar al pueblo a levantarse en armas en contra de la corona española? Lo que empuñó fue el estandarte de la Virgen de Guadalupe. Claro, hoy está prohibido mezclar política y clero.
Otros mandatarios “innovaron”, por decirlo de algún modo. Por ejemplo, el de Colima, Ignacio Peralta Sánchez en el balcón principal solo se hizo acompañar de representantes de las fuerzas armadas y de una enfermera. O el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, que salió solo al balcón oficial para recordar la gesta de 1810, tras atravesar un salón sin invitados.
El gobernador de Oaxaca debió conmemorar “El Grito” sin colaboradores, por más sana distancia. Como reza la vox populi: “Ve la tempestad y no se hinca”. Hace unos días falleció el Subsecretario de Contraloría, Max Vargas Betanzos, de Covid-19 y casi al mismo tiempo su Secretaria de Bienestar, Yolanda Martínez, informó estar contagiada.
En fin, en este trágico 2020 México está de luto por el fallecimiento de más de 71 mil personas a causa de la pandemia, pero también a causa de la ausencia inicial de estrategias eficaces para por lo menos detener la propagación del virus.
Y la mayoría de los mandatarios no vistieron de luto; ni siquiera el Presidente de México.
Algunos gobernadores vitorearon a médicos y enfermeras como héroes en la pandemia, como lo hicieron, por ejemplo, los gobernadores Alejandro Murat y Cuitláhuac García.
Perfecto. Sin embargo, el mejor homenaje al personal médico es proporcionarles todas las herramientas como soldados en primera línea de combate contra la Covid-19. Claro, en ello los gobernadores han hecho lo que han podido porque el Gobierno Federal lleva la batuta en la materia.
Y si bien, a los mexicanos y mexicanas nos llena de alegría pertenecer a un país independiente de España o de cualquier otro país, también es cierto que nos llena de tristeza que internamente nuestras libertades sean socavadas.
Todos los días desde Palacio Nacional se profieren insultos a quienes disienten de las ideas presidenciales. Mexicanas y mexicanos se sienten espiados, amenazados y tratados como delincuentes cuando se trata de pagar impuestos.
EL PROTOCOLO
Parece que corresponde a las cámaras del Congreso de la Unión dictar un protocolo a cumplir cabalmente tratándose de la conmemoración de hechos históricos, a los cuales el presidente en turno no debe imprimir su sello ideológico, ni sus filias ni sus fobias.
Cada sexenio, el mandatario en turno conmemora “El Grito” enunciado lo que quiere. Vaya, ya ni nombran completa la lista de los personajes que hicieron la Independencia de México, desde el inicio hasta la consumación.
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Correo: rosyrama@hotmail.com
Rosy RAMALES
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