CRÓNICA POLÍTICA: ¿Falta una Comisión de la Verdad COVID-19?

 

Rosy RAMALES

No es mala idea crear una Comisión de la Verdad COVID-19, como plantea el diputado federal panista Luis Mendoza.

Pero no como una instancia burocrática donde enredar todavía más la madeja sobre la pandemia y sus efectos, así como el manejo de la crisis sanitaria por parte del gobierno.

Tampoco como un “marcaje personal” al gobierno o como un mecanismo para “ayudarlo a recuperar su credibilidad para mayor precisión en el manejo del coronavirus”.

Sino una Comisión de la Verdad COVID-19 como un instrumento para garantizar a la población su derecho a conocer el fondo de situaciones incomprensibles, por lo menos para la mayoría de mexicanos y mexicanas.

Conocer, por ejemplo:

El número real de muertes en México a causa del COVID-19, contrastado con certificados médicos y actas de defunción. Hay dudas sobre las cifras oficiales.

La cantidad exacta de ventiladores comprados por el gobierno y donados por personas físicas y morales tanto nacionales como extranjeras. Porque se publicita la adquisición o la donación, pero se desconoce a qué hospitales han sido canalizados.

La cantidad de cubre-bocas, caretas, guantes, y demás equipo médico adquirido por el gobierno, pues con frecuencia informa de la llegada de cargamentos; sin embargo, médicos, enfermeras, paramédicos, camilleros, se siguen quejando de falta de equipo adecuado para atender a pacientes infectados del virus.

La relación de cada uno de los hospitales equipados para la atención de pacientes COVID-19, en todo el país, sobre todo del sector público.

El presupuesto destinado a combatir la pandemia; peso por peso, detallando las acciones por cada entidad federativa, e indicadores de trato equitativo en su caso.

Los contratos de compra-venta de ventiladores y equipo médico, anexando contratos y facturas, así como el nombre de las personas que realizan las operaciones comerciales.

Las bases científicas sobre la medición y los pronósticos de la propagación y combate de la pandemia, porque en la práctica los datos oficiales no coinciden con la realidad. Por ejemplo, se rompen records de muertos e infectados cuando se vuelve a la “normalidad”.

La relación de los servidores públicos de los diferentes órdenes de gobierno y de los tres Poderes, incluyendo legisladores, que se han realizado la prueba COVID, y el nombre de los laboratorios a los cuales han recurrido para tal efecto, pormenorizando si el costo lo cubrió el funcionario o el legislador, o corrió a cargo del erario.

La estadística del personal médico infectado y las causas del contagio; probablemente obedeció a falta de equipo para protegerse, entonces sería responsabilidad del Estado.

Los argumentos científicos del gobierno para oponerse a que laboratorios privados realicen la prueba COVID-19. Por ejemplo, tanto se fustigo a los Laboratorios Juárez, en la capital oaxaqueña, y han sido de los mejores; ahora ya ingresó a los establecimientos autorizados.

Las razones del por qué el Gobierno Federal nombra como Delegados Especiales en materia de COVID-19 a personas sin ningún conocimiento médico, y en algunos casos ni siquiera en la administración pública, lo cual genera sospecha sobre el uso de la pandemia para posicionar candidatos y candidatas para próximas elecciones.

En fin, hay tantas dudas en torno a la pandemia y su manejo, que bien haría falta una Comisión de la Verdad. Sin embargo, todo organismo emanado de los poderes Ejecutivo y Legislativo siempre tiene fines políticos.

Pero de que hace falta conocer la verdad, hace falta.

Por lo pronto, la asociación civil Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) viene jugando un importante papel en desentrañar datos y dudas en torno situaciones relacionadas con la pandemia.

La más reciente, fue el acceso a bases de datos de 4 mil 577 folios de actas de defunción registradas en siete juzgados de la Ciudad de México entre el 17 de marzo y el 12 de mayo del 2020. Y en todas aparece en la descripción de causa de muerte el coronavirus; más muertes de las oficialmente conocidas hasta el momento del acceso a la información.

Pero son tantas las dudas sobre el manejo del COVID-19, que Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad no podrá con todo.

Entonces, ¿hace falta o no una Comisión de la Verdad COVID-19? ¿Integrada por quiénes?

 

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Correo: rosyrama@hotmail.com

 

 

 

Rosy RAMALES

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