Rosy RAMALES
El proceso electivo 2020-2021 va a todo babor. El Instituto Nacional Electoral (INE) acaba de emitir la convocatoria para candidaturas independientes a las diputaciones federales.
Así que, ciudadanas y ciudadanos, es hora de salir del letargo porque se hace tarde para participar por la vía independiente; el plazo para entregar la manifestación de intención queda abierto del 30 al 1º de diciembre de este año.
Dentro de dicho periodo las personas interesadas en postularse deberán hacerlo del conocimiento del INE, por escrito y cumpliendo los requisitos. Sin la manifestación de intención, la autoridad electoral no da luz verde para continuar con el siguiente paso: Recabar el apoyo ciudadano (las firmas de respaldo).
Ojalá pululen las candidaturas independientes con todo y los obstáculos que en la ley les pusieron los partidos políticos vía sus legisladores en la reforma de 2014. No obstante, cuando las ciudadanas, los ciudadanos, se organizan salvan cualquier dificultad.
Por supuesto, empezando por evitar cometer errores. Resulta, por ejemplo, que en la prisa por posicionarse en el ánimo de los electores hacen lo mismo que los aspirantes de partidos políticos: Caen en actos anticipados. Por ejemplo, empiezan a promoverse en espectaculares, en portadas de revistas, en autobuses y en todo espacio público.
Las candidaturas independientes pueden ser la opción en estos tiempos en que la ciudadanía está harta de partidos políticos que solamente velan por sus intereses o, peor aún, por los intereses de cúpulas internas, desamparando a la población.
De entrada, los partidos olvidan que constitucionalmente son entidades de interés público que tienen como objeto (entre otros) el acceso de los ciudadanos y ciudadanas a los cargos públicos y de representación política.
Como dicen los jóvenes, pero “les vale”; y se convierten en entes de camarillas que solamente impulsan a familiares, compadres, cuotas, cuates y amistades con derechos. Ocurre en todos los partidos, incluido el más democráticos.
Hasta parecen caníbales en los procesos de selección interna de candidaturas. Imagínense, si entre militantes se comen vivos, ¿qué no harán con las personas externas que intentan participar a cargos de elección popular por el partido?
Entonces, aprovechen la figura de las candidaturas independientes; ahora hay condiciones propicias ante la resistencia civil que empieza a verse en diferentes entidades del país.
Además, el INE ha flexibilizado el mecanismo para recolectar el apoyo ciudadano; incluso, maximizando la garantía debido a las berreras que impone la pandemia Covid-19.
Ahora se usa una aplicación móvil para recabar y verificar el respaldo ciudadano.
Y la consejera Dania Ravel sugiere crear una plataforma en la que la ciudadanía pueda manifestar su apoyo a una candidatura independiente, lo cual ayudaría a ahorrar recursos y daría protección a la población, sobre todo cuando la mayoría de las entidades se encuentran en semáforo naranja y podrían regresar a semáforo rojo Covid-19.
Buena propuesta, porque además el tope de 143 mil 211 pesos para los actos tendentes a recabar el apoyo, es nada, máxime cuando es necesario recorrer distritos electorales federales que van de sur a norte de la entidad; son extensísimos territorialmente.
Es lo malo de hacer las distritaciones solo sobre el escritorio, sin adicionar estudios en campo. Incluso, la composición distrital hasta desalienta el voto porque los electores no se sienten identificados con el candidato o la candidata.
Retomando el tema: Una vez que el INE apruebe la manifestación de intención, las personas aspirantes a candidatura independiente tendrán un plazo de 60 días naturales para recabar el apoyo ciudadano, el cual deberá ser equivalente al 2% de la Lista Nominal de Electores de cada distrito electoral federal y 1% de la Lista Nominal en por lo menos la mitad de las secciones electorales del distrito por el que se registre la candidatura.
El INE acordó que las personas podrán comenzar a recabar el porcentaje de apoyo requerido por la ley, a partir del día siguiente a la fecha en que se emita su constancia de aspirante y hasta el 31 de enero de 2021, o hasta el día recorrido determinado por el Instituto si la constancia se emite después del 2 de diciembre de 2020.
Así que vayan sacando porcentajes y haciendo cuentas.
Sí, es difícil alcanzar una candidatura independiente, pero no imposible. Todo es cuestión de organizarse y de cumplir cabalmente los requisitos.
Y miren, si se trata de personas con buen prestigio, seguro que la ciudadanía aportará aunque sea un peso para la etapa de recabar las firmas, porque lamentablemente para la misma los aspirantes no tienen derecho a financiamiento público, sino hasta la campaña.
De peso en peso se puede juntar la cantidad necesaria, sin rebasar el tope y sin usar mecanismos que dejen duda sobre la identidad de los aportantes, para evitar el revés en la aprobación de la solicitud de registro.
En fin, lo primero es leer de “P” a “PA” los Lineamientos relativos a las candidaturas independientes para evitar cometer errores.
A ver cuántos valientes se apuntan.
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Correo: rosyrama@hotmail.com
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