Rosy RAMALES
El presidente Andrés Manuel López Obrador nuevamente visita el estado de Oaxaca este fin de semana; con él quedaron lejos aquellos tiempos cuando un mandatario de la nación se dignaba a pisar suelo oaxaqueño si acaso una vez al año.
En cambio la agenda de AMLO registra la gira número 22 por la entidad natal de don Benito Juárez García: precisamente el próximo domingo López Obrador prevé encabezar la ceremonia en San Pablo Guelatao con motivo del aniversario 215 del natalicio del Benemérito de las Américas.
Lo ha hecho año con año para recordar a aquél indígena liberal y republicano, abogado, diputado federal, gobernador de Oaxaca, ministro de la Suprema Corte y Presidente de la República, quien en su tiempo promulgó las Leyes de Reforma.
Incluso, en la campaña presidencial 2018 solía visitar el municipio de San Pablo Guelatao y ahí se reunía con la crema y nata de la Sección 22 adherida a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE); hoy, por cierto, muy quietecita, eso sí puntualmente el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca paga a los mentores sueldo y demás.
En fin, ¿AMLO vendrá a Oaxaca a anunciar algún beneficio para la entidad? Porque hasta el momento sus mejores acciones de gobierno se han concretado a la pavimentación de caminos rurales a cabeceras municipales y la continuación de 2 supercarreteras que sus tres últimos antecesores dejaron botadas: Al Istmo de Tehuantepec y a la Costa.
Bueno, con que termine ambas vías de comunicación estaría perfecto porque con éstas se reduciría hasta dos horas viajar de la capital oaxaqueña al Istmo o a la Costa; además toda conectividad genera progreso.
¿O viene a anunciar la vacunación para los profesores? ¿Todos, incluidos los de escuelas privadas? ¿O solo los del SNTE y de la CNTE? Esto tendría lógica en el sentido de su reciente anuncio: El de volver a clases presenciales después de Semana Santa.
Pero miren qué coincidencia, vacunar a los profesores precisamente cuando estarán en su apogeo las campañas electorales para las elecciones concurrentes de junio próximo. Claro, el Gobierno Federal primero deberá cumplir con la segunda dosis de la vacuna a las personas adultas mayores… también votan.
En fin, de cualquier modo las visitas de AMLO a Oaxaca representan para él una inversión política: Es una entidad cuya gubernatura tiene en la bolsa para su partido, Morena; se renovará en 2022 y el proceso electivo empieza en septiembre próximo.
Habría que ver quiénes de las y los candidateables a la sucesión oaxaqueña le acompañan en su próxima gira de tres días por esta entidad, visitando regiones como la Cuenca del Papaloapan, la Cañada y la Sierra Juárez, junto con el gobernador Alejandro Murat Hinojosa (emanado del PRI, pero muy afín a AMLO).
Hacer política tampoco significa rivalidad. Pero tampoco sumisión ciega.
Ojalá que tanto respaldo de Alejandro hacia con López Obrador sirva por lo menos para sacarle beneficios para Oaxaca, no solo programas sociales, sino más obras; además de permitirle opinar sobre la sucesión oaxaqueña.
LO QUE AMLO DEBE SABER
Curiosamente, en la entidad que tanto quiere AMLO (Oaxaca) los propios morenistas pueden estropear los planes del Presidente de la República y líder moral del partido.
La división, la soberbia y la ambición dejan en mal tanto a Morena como a López Obrador. Hacen trizas el postulado de ser “protagonistas del cambio verdadero”.
Un ejemplo: Hace algunos días circuló en redes sociales un video donde el senador Salomón Jara Cruz, ante el público de colonia popular, habló pestes del actual presidente municipal de la capital oaxaqueña, Oswaldo García Jarquín, de Morena también.
Dijo que defraudó a Oaxaca e hizo muchas cosas mal.
Y Oswaldo le contestó mediante una carta que se hizo pública, dando a entender qué Salomón intenta imponer candidatura para la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez, pero no quiere “aliados”, sino “súbditos”.
Es un secreto a voces que la rivalidad entre el senador y el munícipe obedece a que éste se negó a entregarle una especie de “diezmo” durante todos el trienio. Cosa no confirmada.
Hablando de aliados. La relación política y de amistad de muchos años entre Flavio Sosa Villavicencio y Salomón Jara Cruz está a punto de romperse porque (hasta donde se sabe) el senador intenta imponer candidaturas a las diputaciones locales en la mayoría de los 25 distritos electorales locales.
Acción que dejaría fuera a la diversidad de grupos morenistas con el riesgo de un choque brutal y, en consecuencia, la derrota.
Hay demarcaciones electorales emblemáticas como por ejemplo: Santa Cruz Xoxocotlán y Santa Lucía del Camino.
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Correo: rosyrama@hotmail.com
Rosy RAMALES
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