La policía japonesa investigaba el viernes el estudio de animación en Kioto destruido por un incendiario que supuestamente estaba resentido y que vociferó que le robaban a él y a otras personas. El incendio mató a 33 personas y provocó la consternación de los fanáticos del anime en Japón y en todo el mundo.
El sospechoso huyó, pero fue perseguido por empleados del estudio que finalmente lo atraparon. Cayó frente a una casa y la policía lo rodeó inmediatamente.
“Siempre roban. Es culpa de ellos”, dijo a los agentes que le preguntaron por qué había iniciado el incendio, según una testigo que presenció la escena frente a su casa. El hombre se quejó amargamente de que le habían robado algo, dijo la testigo a NHK y otros medios.
Las declaraciones de testigos y otros informes indican que el hombre sentía rencor contra el estudio Kyoto Animation, pero la policía se limitó a decir que el sospechoso, un hombre de 41 años que permanecía hospitalizado, era un residente de Tokio que no trabajaba en el lugar.
Con información de Publimetro
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