Civiles armados están reprimiendo abiertamente las protestas en barrios populares de Venezuela por orden de Nicolás Maduro. ¿Por qué ha dejado de lado a la GNB y se ha refugiado en los peligrosos colectivos?
Llegaron dispuestos a todo. Bajaron de sus motos y empezaron a disparar. La avenida Fuerzas Armadas, en el corazón de Caracas, muy cerca del palacio presidencial de Miraflores, quedó desierta. Solo se veía el humo que salía de la basura quemada y los montículos que bloqueaban el paso de los carros, y se escuchaban los gritos de quienes escapaban.
Luego, el único sonido era el de las balas. La protesta espontánea contra los apagones que agobian a Venezuela desde hace más de un mes había sido disuelta por los colectivos, civiles armados que son una suerte de paramilitares que defienden al régimen chavista.
La mayoría iba con el rostro cubierto, llevaban cascos de motociclistas, estaban protegidos con chalecos antibalas y portaban pistolas.
Uno de ellos, con pantalón de buzo negro, polo azul con rayas en los hombros, casco negro y rostro cubierto, se coloca detrás de una pared y dispara. Detrás de él otro enmascarado de pantalón rojo y polo celeste camina con su pistola en mano.
#31Mar Así actuaron los grupos paramilitares este domingo en la avenida Fuerzas Armadas, luego de disolver protesta de vecinos del sector que manifestaban rechazo a constantes apagones y falta de agua. Video cortesía. #TVVNoticias #TVVenezuela
En otra escena, un hombre robusto de cabello corto cenizo se mueve junto con otras dos personas. Va vestido de negro, lleva el rostro descubierto y carga un fusil. Se desplazan con total impunidad. No hay cuerpos de seguridad que les hagan frente. En esta coyuntura caótica en Venezuela, ellos ahora son los cuerpos de seguridad oficiales.
Incluso en otra escena se les ve tratando de forzar de manera violenta la entrada de un edificio para realizar una suerte de allanamiento en busca de manifestantes.
Toda la acción quedó registrada en fotos y videos por quienes estaban escondidos.
Sucedió el domingo en la tarde.
En un país donde el Estado de derecho funciona ese material ya estaría siendo analizado por la policía y la fiscalía para identificar y apresar a civiles que disparan sin ningún miramiento.
Pero ello no sucederá en Venezuela porque los colectivos tienen luz vede para actuar. Y la orden ha venido del propio Nicolás Maduro. El pasado 12 de marzo, los invocó en una cadena de radio y televisión: “Les hago un llamado a los colectivos, a todos, llegó la hora de la resistencia activa”, dijo.
Antes ya se les había visto reprimiendo abiertamente, sobre todo el 23 de febrero, día escogido por la oposición para intentar hacer ingresar ayuda humanitaria por la frontera.
►¿Por qué reemplazan a la policía?
Por años, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) ha sido el cuerpo de seguridad encargado de reprimir con dureza las protestas de la oposición. Pero ya no es así.
Roberto Briceño-León, especialista en temas de seguridad y director del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), dice a El Comercio que este año la GNB ha tenido una acción represiva muy limitada. No están saliendo de los cuarteles para enfrentar las protestas.
Cita como ejemplo lo sucedido la noche del domingo en el barrio popular de El Valle, en Caracas, donde quienes llegaron con tanquetas a disparar bombas lacrimógenas y perdigones contra manifestantes fue la temida FAES (Fuerzas de Acciones Especiales de la Policía Nacional Bolivariana).
Explica que, junto con los colectivos, las FAES –un grupo de élite creado en el 2016 para la represión y el control social, para exterminar a delincuentes y para el control político– son los nuevos cuerpos de seguridad oficiales encargados de la represión.
Agrega que en las FAES no solo hay policías, también forman civiles parte de este escuadrón. “Incluso se ha denunciado que hay individuos a los que han sacado de la cárcel para que formen parte de las FAES”, advierte.
–“¿Por qué Maduro no destituye a los mandos de la GNB que le están desobedeciendo?”, le preguntamos.
“Maduro no tiene capacidad para remover de sus cargos a los mandos de la GNB. Los militares están empezando a tomar decisiones que implican la desobediencia, pero a la vez estos tampoco se atreven a deponer al presidente”, responde.
–El origen de los colectivos–
Para llegar a los orígenes de los colectivos, muchos de los cuales se autodenominan político-sociales, hay que remontarse a los grupos guerrilleros venezolanos de los años 60.
Agrupados en las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, varios de esos movimientos optaron por participar en la pacificación, aunque otros permanecieron con la idea de la lucha armada como medio para llegar al poder.
El vínculo de estos grupos con el chavismo se remonta al intento fallido de golpe de Estado de 1992 encabezado por Hugo Chávez contra el presidente Carlos Andrés Pérez.
“Como parte de su estrategia para tomar el poder, muchos de estos grupos se habían infiltrado en el Ejército. Entonces, cuando Chávez intenta el golpe, no solo estaba apoyado por militares, también había un componente civil compuesto por estos colectivos”, sostiene Briceño León.
Luego del fracaso de su aventura golpista, Chávez opta por intentar llegar al poder por la vía democrática (algo que finalmente conseguiría en las elecciones del 2008), lo que provocó que varios de estos colectivos se separen de él, pero el vínculo nunca se rompió por completo.
“El presidente Chávez no confiaba completamente en las Fuerzas Armadas, entonces apela a los colectivos como una manera de protegerse de los militares. También los usaba para el trabajo sucio que no querían hacer los soldados porque estos son conscientes de que hay delitos que no prescriben”, remarca.
Así, los colectivos empiezan a recibir financiamiento gubernamental, como parte del denominado proceso revolucionario. Tienen sueldos, vehículos, controlan medios de comunicación.
Colectivos como los Tupamaro, La Piedrita, Alexis Vive, tienen circuitos cerrados de televisión, radios, se mueven con total impunidad en zonas de Caracas como el 23 de Enero, donde ni la policía puede entrar.
Los colectivos también limpian de delincuentes sus barrios, incluso en el 23 de Enero los escuadrones de la muerte suele ir a la casa de los delincuentes que identifican para asesinarlos.
Briceño-León clasifica a los colectivos en tres segmentos: Algunos son individuos ideologizados que creen en la lucha armada y que tienen como héroes a ‘Marulanda’ y ‘Tirofijo’ (antiguos cabecillas de las FARC).
Hay un segundo grupo compuesto por delincuentes que controlan zonas y que asaltan. También eliminan a sus enemigos para manejar el negocio de las drogas.
Y un tercer grupo son policías o ex policías que están en estos grupos y que actúan como civiles. “En el pasado la policía recibía a los colectivos y los usaban para trabajos sucios. Ahora hay policías que hacen de colectivos”, sostiene el especialista.
–¿Y qué puede pasar en los barrios que están protestando?
Briceño-León explica que los colectivos no tienen ninguna capacidad de contención. Entonces, le represión puede provocar que la gente de los barrios calle y se quede en sus casas porque les van a disparar. O que la gente ya no aguante más la falta de agua y luz salga sin miedo, lo que va a originar mayor represión y bajas.
¿Si se da el caso, las Fuerzas Armadas decidirán proteger a la población? “Esa posibilidad existe. Lo que no se sabe es cuándo lo harán”, finaliza Briceño-León.
con información de El Comercio
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