BEIJING.— China anunció la suspensión de los diálogos abiertos con Estados Unidos en cuestiones que van desde el cambio climático y las relaciones militares a la lucha antidroga, en respuesta a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, a Taiwán esta semana.
⇒ Esta medida es la última de una serie de acciones prometidas por Beijing para castigar a Washington por permitir la visita a una isla que las autoridades chinas sostienen que forma parte de su territorio. Además, coincide con las maniobras del ejército chino con fuego real en el estrecho de Taiwán.
El Ministerio de Exteriores de China indicó que el diálogo entre comandantes de área y responsables de los departamentos de defensa se cancelará, así como las conversaciones sobre seguridad marítima. La cooperación en la devolución de migrantes que no cuenten con los permisos legales, en delitos transaccionales, en tráfico de drogas y en cambio climático también quedará suspendido.
Por otra parte, China también anunció que impondrá sanciones contra la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, tras su visita a Taiwán; esto, por considerar que “interfirió seriamente en los asuntos internos y socavó seriamente su soberanía e integridad territorial“.
⇒ Beijing ha impuesto sanciones contra varios funcionarios estadunidenses en los últimos años por haber actuado, en su opinión, contra sus intereses; esto, por haberse pronunciado sobre los derechos humanos en lo relacionado con Hong Kong y la región de Xinjiang (noroeste).
Sobre las maniobras del ejército chino en el estrecho de Taiwán, se informó que participan más de 100 aviones y 10 buques de guerra en las llamadas “Operaciones conjuntas de bloqueo”, que se llevan a cabo en seis zonas ante la costa de dicha isla
Además, el mando militar probó también nuevas versiones de misiles que, según aseguró, alcanzaron objetivos no identificados en el estrecho de Taiwán “con precisión”. Entre ellos había proyectiles que sobrevolaron la isla y cayeron en el Pacífico.
La insistencia por parte de China en que Taiwán es su territorio y la amenaza de recurrir a la fuerza para someterlo a su control ha tenido un protagonismo especial en la propaganda del gobernante Partido Comunista, en el sistema educativo y en los medios de comunicación controlados por el estado; todo ello, desde su separación en la guerra civil de 1949.
Mientras que los habitantes de la isla están abrumadoramente a favor de mantener el statu quo de la independencia de facto y rechazan las exigencias de unificación de Beijing.
AM.MX/dsc
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