Malí ha sido escenario de ataques devastadores que han cobrado la vida de más de 60 personas. Los incidentes ocurrieron en un barco y una base militar al norte de la región, dejando un gran saldo de víctimas mortales y heridos. Hasta el momento, 49 civiles y 15 soldados murieron durante dos ataques “terroristas” atribuidos a Al Qaida.
Atacan barco y una base militar
Los dos ataques ensangrentaron “el barco Tombuctú” y la posición del ejército en Bamba. La autoría de los ataques en la base militar fue reivindicada el jueves por el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (GSIM), afiliado a Al Qaida, según SITE, una oenegé estadounidense especializada en grupos yihadistas.
Las autoridades malienses están trabajando en colaboración con las fuerzas de seguridad para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
Además de las muertes, la acción contra el barco de pasajeros también provocó heridos y daños materiales. El ataque hacia los viajeros se realizó en el tramo del río Níger que hay entre Tombuctú y Gao, en el norte del país.
Los asaltantes atacaron el barco con “al menos tres misiles lanzados contra el motor”, explicó a la AFP la Comanav, la empresa maliense estatal de navegación a la que pertenecía la nave. El “Tombuctú”, que puede transportar hasta 300 personas, recibió el impacto de al menos uno de los misiles.
Este ataque ha tenido lugar pocas semanas después de que GSIM anunciara un asedio contra la región y la ciudad de Tombuctú, una de las localidades más grandes de Malí que en 2012 ya había caído en manos de grupos salafistas.
El control territorial es un tema importante para los militares que tomaron el poder por la fuerza en 2020 en Malí y han hecho de la soberanía uno de sus mantras. Pero grandes extensiones del país escapan a la autoridad estatal: los grupos yihadistas han seguido expandiendo su influencia por el territorio maliense y, también, hacia los vecinos Níger y Burkina Faso.
VÍA | UNO TV
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