Asumo con entusiasmo el reto de llegar a la Corte Ríos-Farjat

El Senado designó a Ana Margarita Ríos-Farjat ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), será la tercera mujer que ocupe un asiento en esa soberanía, y con ella sumarán un total de 11 ministras y ministros que integran el Pleno.

Entrevistada después de que rindió protesta, la nueva ministra, de 46 años de edad, afirmó que le espera un gran reto pero lo asume con entusiasmo;  manifestó su confianza en el máximo tribunal de la nación.

“Me espera un gran reto, lo asumo con mucho entusiasmo, es una institución en la que creo mucho, he creído en ella toda mi vida, ha hecho un magnífico trabajo, lo está haciendo y vamos a sumarnos a lo que se está llevando a cabo ahorita”, expresó.

Señaló que la SCJN es un órgano autónomo de gestión, de decisión y muy técnico; indicó que a diferencia del Servicio de Administración Tributaria (SAT), que también es muy técnico y en el que se desempeñó como titular de 2018 a la fecha, ahora tiene una responsabilidad social y constitucional.

“Yo no veo forma de que mi autonomía, mi criterio, mi capacidad de persona crítica se vea comprometida de modo alguno por haber aceptado una encomienda muy alta, y para mí motivo de honor. El trabajo es público, está ahí, fuera de lucubraciones y demás”.

“Yo creo en la imparcialidad. Trato de concentrarme muy bien en mi trabajo, lo he hecho en el SAT, abrimos un enorme reto, sabemos a dónde vamos, tenemos el corazón puesto ahí, y sabemos que una de las cosas que hay que hacer es cuidar la autonomía institucional y simplemente ver por la justicia que es el bien común hacia donde todos vamos”, explicó.

Al preguntarle si llega al cargo sin vínculo con la Presidencia, dijo que esa pregunta, que resulta ser como una falta de respeto a la institución, al Senado, la comprende perfectamente bien, porque es una preocupación social.

Aclaró: “trabajaba en el Gobierno Federal, era jefa del SAT, estoy presentando la renuncia, estaba con licencia, eso podría ser un vínculo en el sentido de que yo he sido parte de las autoridades fiscales mexicanas.

“Pero fuera de eso no veo que haya algún problema con la autonomía; mi trabajo es público, seguirá siendo público, y lo que puse a consideración del Senado es mi expediente de vida que no nace a partir del SAT, sino viene de atrás, de muchos años como profesionista independiente, como abogada, como funcionaria que fui hace muchos años en el Poder Judicial de la Federación”.

Agregó que ha trabajado en el Gobierno Federal y con mucho gusto desempeñó su trabajo, y también colaboró con miles de funcionarios que son muy profesionales y dedicados.

Se negó a opinar con relación a la elección de la titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra; dijo que si hablara podría complicar procesos constitucionales y políticos.

“Creo que generaría una polémica innecesaria. Muchos de ustedes conocen a su servidora desde el SAT y saben que cuando hay que opinar de los temas yo opino con mucho gusto y con toda transparencia, pero generalmente no me gusta polemizar”, concluyó.

Por Elizabeth Rodríguez Mora

NTX/ERM/MCC/MMH

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