En Argentina, grupos progubernamentales protestaron este sábado contra los agricultores. Acusan a los productores de retener las cosechas de soja para generar una especulación de precios cuando el país se encuentra en plena crisis económica. Una denuncia de la cual hace eco el presidente Alberto Fernández.
“Me parece que tenemos un problema estructural en la economía. Dependemos de un sector que genera divisas, que es el campo, y desde ese lugar extorsionan y desafían las políticas”, defiendía Daniel Menéndez, representante de la organización Barrios de Pie, durante la manifestación.
En los últimos días el Gobierno argentino anunció incentivos para tratar de animar a los agricultores a vender la cosecha, incluyendo un tipo de cambio preferencial. Pero el gremio habla de una trato desleal por parte del Gobierno a la hora de las comisiones.
“El Gobierno se está llevando 400 dólares [por tonelada de soja] y nosotros ganamos 140, pagados en pesos argentinos. Ese es el problema que tenemos, por eso el productor no vende [la soja]”, explica el productor agrícola, Walter Malfatto. “Se viene la próxima siembra, así que tenemos que vender. No nos vamos a contener. Llega un momento en que hay que vender. Hoy no podemos porque no hay precios para nada. Vender para mantener los pesos [argentinos] es muy difícil”, asegura.
Esta crisis se produce a pesar de que la soja cotiza en máximos históricos, por encima de los 600 dólares por tonelada, debido a la guerra en Ucrania. Sin embargo, los productores argentinos apenas ganan una cuarta parte del valor de los granos debido a la situación económica del país, marcada por una inflación desmedida y la escasez de dólares.
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