Parece que al presidente Andrés Manuel López Obrador y al secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, no les preocupa demasiado que expertos, bancos, instituciones internacionales y agencias calificadoras adviertan sobre un mayor debilitamiento económico de México en el futuro, pues este miércoles ambos minimizaron las advertencias, e incluso el jefe de estado vaticinó que el país será una potencia económica.
“Estoy seguro de que va a crecer el país no solo eso, México se va a convertir en una potencia económica porque tiene todo tiene muchos recursos naturales, tiene un pueblo trabajador y tiene algo que le hacía falta que impedía que México creciera y progresara, le faltaba un buen gobierno y ahora hay un buen gobierno aunque esto no les guste a nuestros adversarios. No es presumir es pobremente decirles que se tiene un buen gobierno”, destacó.
Sin embargo, López Obrador no detalló a qué se refiere cuando habla de potencia económica ni dio cifras, fechas o indicadores para determinar en qué momento México entraría en esa categoría.
Por su parte, el responsable de las finanzas públicas, Carlos Urzúa, minimizó este miércoles las advertencias hechas por las agencias calificadoras de riesgo.
“Esto de las agencias hay que tomarlo con granito de sal, no bajaron las calificaciones, bajaron nada más las perspectivas, eso es todo, no hay que hacer una tormenta en un vaso de agua”, dijo Urzúa en un evento entre la Secretaría de Hacienda y el Instituto Nacional Electoral.
Más temprano, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) informó que recortó su estimación de crecimiento económico de
México para este y el próximo año, con lo que se suma a instituciones que han bajado sus pronósticos para la economía del país, incluso por debajo de la meta del gobierno federal.
La OCDE bajó a 2% su pronóstico del Producto Interno Bruto (PIB) para 2019, desde el 2.5% que proyectó en noviembre pasado. Para 2020, el organismo internacional liderado por el mexicano José Ángel Gurría también bajó su estimación a 2.3%, desde el previo de 2.8%.
El martes, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que la confianza de los consumidores mexicanos se encuentra en niveles máximos.
El índice de confianza del consumidor subió a 5.9% en febrero frente al 5.3% reportado en enero, con lo que hiló tres meses de avance, de acuerdo con cifras desestacionalizadas.
La semana pasada, la agencia calificadora Standard & Poor’s (S&P) pasó de estable a negativa la perspectiva de las calificaciones soberanas de México ante la posibilidad de un menor crecimiento económico y ante mayores pasivos contingentes derivados de las políticas del nuevo gobierno federal.
S&P mantuvo en “BBB+” y “A-2” las calificaciones soberanas del país en moneda extranjera de largo y corto plazo y en moneda local de “A-” y “A-2”, pero dijo que la perspectiva negativa abría la posibilidad de una revisión a la baja durante el próximo año.
La posibilidad de que ocurra esta baja es de un 33%.
Andrés Manuel López Obrador ha asegurado que con base en sus datos cumplirá con su meta de crecimiento, entre 2.5% y 1.5%, y que los especialistas que difieren de sus estimaciones se equivocarán.
La economía de México apunta a que tendrá una desaceleración en el primer trimestre de 2019 debido a situaciones como los conflictos laborales, los bloqueos en vías férreas y el desabasto de gasolina en ciertas regiones del país en diciembre y enero.
con información de expansión
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