Las confrontaciones detonadas desde partidos y gobernadores de oposición fueron hoy retomadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por una parte, se dijo tranquilo, tras el rechazo de los partidos a que se adelante el proceso de revocación de mandato, y por otra, aseguró, hay buena relación con los mandatarios estatales, inscribiendo el debate y la polémica como parte consustancial de la democracia.
Este miércoles, en su conferencia de prensa matutina, el presidente de México normalizó el tono, luego de varios días de confrontación con sus oposiciones en medio de la emergencia sanitaria y su impacto económico, por las posiciones que cuestionan tanto su plan de contingencia en salud como el de recuperación económica.
Luego de que organismos y cámaras empresariales, así como actores políticos y sociales, radicalizaran posturas en días pasados, el presidente desafió ayer a los partidos de oposición, a aceptar un acuerdo para que se adelante la revocación de mandato, es decir, la votación en la que los mexicanos decidirán si continúa o no en el cargo, prevista para 2022, y que se empate con la elección intermedia de 2021.
Los partidos rechazaron esa posibilidad y esta mañana López Obrador dijo que, por lo pronto estaba satisfecho con la reforma al artículo 4 constitucional (que fijó en la Constitución la permanencia de ayudas sociales) con lo que podría irse tranquilo.
Acaso, el único reproche de esta mañana, fue que el día de ayer circulara la versión de un incremento a las tarifas de electricidad, desmentida de inmediato por la Comisión Federal de Electricidad, en un episodio al que el presidente se referiría hoy como una acción “de los traviesos que andan buscando confundir”.
Via | proceso
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