A pesar de haber llamado públicamente la atención de dos grandes minoristas mexicanos por permanecer abiertos durante la pandemia de coronavirus, y luego alardear de que habían acordado no atender servicios no esenciales, los esfuerzos del presidente, Andrés Manuel López Obrador, por hacer cumplir las restricciones oficiales parecen inestables.
En un recorrido por cuatro tiendas propiedad de Grupo Elektra SAB y dos de Grupo Coppel en Ciudad de México, epicentro del virus, se descubrió que los compradores pueden adquirir cualquier artículo en las seis tiendas, desde tostadoras hasta televisores.
Las compañías están desafiando la emergencia nacional que López Obrador decretó a fines de marzo exigiendo que las empresas cerraran para contener el contagio. Otros negocios, incluida una planta dirigida por el fabricante de cerveza Constellation Brands, también abrió pese a la cuarentena obligatoria.
López Obrador ha optado por no tomar medidas severas contra las empresas que se niegan a cerrar, optando por la “persuasión” sobre el uso de la fuerza.
Elektra, en respuesta a una solicitud de comentarios, dijo que sus puertas han permanecido abiertas para seguir brindando productos y servicios esenciales a los necesitados.
También, que de manera responsable y en pleno cumplimiento de las medidas de higiene y seguridad establecidas por las autoridades, en Elektra continúan trabajando para que millones de personas tengan acceso a sus ahorros, medios de pago y apoyo de programas sociales, así como productos de telecomunicaciones y servicios, equipos informáticos, necesidades básicas y demás.
Coppel dijo que siempre ha cumplido con las directrices de las autoridades y continúa haciéndolo.
El Gobierno federal no respondió a múltiples solicitudes de comentarios.
Elektra ha argumentado que hay sucursales de Banco Azteca en sus tiendas y la banca es una actividad esencial. Coppel también opera bancos en México.
Via | infobae
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