En la frontera norte siguen las largas filas para cruzar a los estados unidos. Y en el sur continúa la tensión por la presencia de migrantes de muchas partes del mundo.
Este martes decenas de migrantes africanos llegaron hasta la estación migratoria de Tapachula.
Muchos llevan más de un mes esperando documentos migratorios.
Un incidente encendió los ánimos y causaron destrozos a uno de los módulos de vigilancia.
“Si me pegaron aquí afuera cuando quería salir, estamos ahí en una habitación. Nos dan muy poco de comer, no te dan de beber, es muy poca comida. Solo te hablan en español, español, español, nosotros no entendemos, nadie traduce nada”, comentó un migrante de Camerún.
Los migrantes, la mayoría provenientes de Camerún, se inconformaron cuando el personal de seguridad de la estación migratoria “Siglo XXI” en Tapachula, intentó impedir que una mujer africana hablara con su esposo.
“Cuando elementos de seguridad en el interior vieron que esta mujer corría, la empezaron a jalar hacia adentro y el otro empezó a golpear la reja”, señaló Ramón Verdugo, activista en Defensa de los Derechos Humanos.
Los migrantes africanos rompieron cristales de uno de los módulos de vigilancia e intentaron entrar a las instalaciones. Al lugar llegaron policías estatales, federales y elementos de la marina para restablecer el orden. Así como personal de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
“Nos dimos cuenta que había una situación de violencia, entonces vimos como el cristal que estaba ahí de la caseta de vigilancia fue con piedras roto, no llegamos en el momento de ver cuál fue el origen de ello, pero si quisiera señalar que cualquier acto de violencia es condenable y eso no nos lleva absolutamente a nada”, detalló Edgar Corzo Sosa, quinto visitador de CNDH.
Más tarde, los migrantes intentaron detener la salida de dos autobuses de la estación migratoria con decenas de africanos.
“No nos gusta la manera en que nos tratan, ayer uno de los oficiales se acercó dónde estábamos y le pegó a uno de nosotros, ellos piensan que somos humanos de segunda clase, porque no podemos comer al mismo tiempo que los centroamericanos”, apuntó Lewis, un migrante de Camerún.
Según el Instituto Nacional de Migración, la lentitud de los trámites se debe a alta demanda. la estación migratoria tiene capacidad para 900 personas y actualmente se encuentran mil 400 migrantes en su interior.
Afuera, cientos de migrantes haitianos, africanos y cubanos acampan en espera de ser atendidos para obtener una visa de ayuda por razones humanitarias.
“Todo un día, todo un día estamos aquí sufriendo, ahí estamos toda la gente esperando ahí, los niños”, señaló un migrante de Haití.
Con información de Noticiero Televisa
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