INAI: La corrupción amenaza el desarrollo económico y social, el buen gobierno y el Estado de derecho en las naciones.

La corrupción se ha convertido en un flagelo internacional que amenaza el desarrollo económico y social, el buen gobierno y el Estado de derecho en las naciones, alertó la comisionada del Inai María Patricia Kurczyn Villalobos.

“Sabemos que el desvío que se produce alcanza cifras mayores a los 2.6 billones, que representan aproximadamente tres por ciento del Producto Interno Bruto mundial”, destacó.

Al hablar durante la inauguración del Foro Transparencia, Integridad y Ética que se llevó a cabo en el auditorio Alonso Lujambio, sostuvo que la transparencia, sea proactiva o mediante el ejercicio del derecho de acceso a la información, es uno de los principales instrumentos con el cual se pueden evidenciar conductas personales o institucionales que violen principios de ética e integridad.

En su intervención, el comisionado Joel Salas Suárez, coordinador de la Comisión de Gobierno Abierto y promotor de la participación del Inai en la Red por la Integridad, consideró necesario fortalecer y concretar las reformas en materia de transparencia y anticorrupción, como una garantía de contrapesos sociales al ejercicio del poder.

“Las reformas que privilegian el acceso a la información pública, la transparencia y la ética son fundamentales para promover la integridad en los servidores públicos y el control global de la corrupción”, abundó.

Salas Suárez dijo que la integridad de los servidores públicos es clave para eliminar las distorsiones que generan la impunidad, la corrupción y el abuso en la convivencia social, en la política y en el desempeño de los mercados.

Francisco Javier Acuña Llamas, comisionado presidente, expuso que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai), nació para servir a los ciudadanos, fungir como contrapeso al poder público y ofrecer a la República neutralidad técnica en sus resoluciones.

“El Inai es y debe ser un termómetro de la veracidad con la que las instituciones públicas se conducen ante el ciudadano, frente al ciudadano, sólo y para el ciudadano. El Inai no nació para congraciarse con el gobierno en turno ni con el anterior ni con el que viene”, aseguró.

Señaló que el órgano garante ofrece a la República neutralidad técnica, rigor y absoluta firmeza para defender cada resolución tomada desde la solvencia institucional.

“El Inai no nació para erradicar la corrupción, como todavía se creyera, el Inai, nació para evidenciar la conducta pública, la buena y la mala, la que está bien hecha y mal hecha; y, naturalmente, cuando hay una defenestración mundial del funcionariado público, por supuesto que el Inai es una lupa que pone sobre la construcción pública los errores, las omisiones y las texturas contaminadas para que vengan a ser sustituidas y restituidas”, agregó.

Sé el primero en comentar

Déjanos un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


*