Rosy RAMALES
Ver al presidente Andrés Manuel López Obrador pasear por los aristocráticos pasillos de Palacio Nacional hablando de regresar a la figura de gobernador de este inmueble, o encabezando la “Marcha de la lealtad”, o inaugurando trozos de un aeropuerto, evoca imágenes del filme “La dictadura perfecta”.
Sí, aquellos pasajes donde el gobierno de Carmelo recurre a la llamada “Caja China” (o “cortinas de humo”) para distraer a la población de asuntos realmente importantes; un escándalo para ocultar otro escándalo.
En el caso actual, no es para menos. Las cosas no marchan bien en México. Hablan de ello las cifras sobre muertes por Covid-19: Alrededor de 1 mil 474 nuevos decesos reportados en horas, para sumar 171 mil 234 muertes desde el inicio de la pandemia.
Los contagios también van en aumento en nuestro país: Más de 10 mil cada 24 horas, habiéndose acumulado casi ya dos millones.
Las cifras van actualizándose minuto tras minuto en incremento. Y solo se escucha hablar de vacunas, pero poco se sabe de su aplicación. Desde diciembre pasado, el vocero Jesús Ramírez anunció la adquisición de alrededor de 197.9 millones de vacunas. ¿Dónde están?
México, no solo ocupa ya uno de los primeros lugares en más muertes en el mundo por Covid-19, sino que es el hazme reír con tanta ocurrencia, mientras países como Estados Unidos adquiere paquetes de 200 millones de vacunas sin regateo alguno, porque hasta dónde se sabe la prioridad del presidente Joe Biden es la salud de sus connacionales.
Y aquí parece tener más importancia chainear Palacio Nacional, donde reside el presidente Andrés Manuel y su amada Beatriz.
Pero ¿cómo tapar sol con un dedo? Tan preocupante la situación en nuestro país que desde el extranjero la señalan consternados. Por ejemplo, Milenio publicó que Ricardo Hausmann Goldfarb, profesor de Economía del desarrollo en la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard, refirió:
“Vemos desde aquí a México con mucha preocupación, las cifras oficiales hablan de 170 mil muertos y si miramos las cifras de muertes excesivas, en diciembre ya estaban en 250 mil, en estos momentos debe rondar en 300 mil.”
Situación que no se tapa ni con la detención del gober precioso Mario Marín, ni con las imputaciones a Rosario Robles, ni con nada. Porque mexicanas y mexicanos ya están viendo la pandemia en la casa del vecino, del familiar o en su propio hogar; el virus invadió.
Mientras, el presidente López Obrador se niega a la cancelación de sus magnos proyectos. Por lo menos debería suspenderlos un año a fin de canalizar los recursos a la compra y aplicación de vacunas para todos los habitantes de este país.
Pero su orgullo y su espíritu electorero, pueden más. Lo suyo lo suyo es ganar elecciones. Así que Morena debe ganar los comicios concurrentes de 2021. ¿Pero se consiguen votos encabezando festejos como la “Marcha de la lealtad”, con el embellecimiento de Palacio Nacional, con la inauguración de cuartitos de aeropuerto?
Además, quien sabe si quienes han visto morir de Covid-19 a sus seres queridos, quieran votar otra vez por Morena y aliados. Igual que quienes se han quedado sin empleo, quienes han cerrado definitivamente su changarro, quienes sobreviven con ahorros que se van terminando, quienes no tienen qué comer.
Y los programas sociales no son la solución. Lo acaba de bosquejar el Coneval, y la realidad trascendió al ámbito internacional. El País publicó:
“El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha hecho público este martes un informe en el que estima que debido a la crisis desatada por el nuevo coronavirus, entre 8,9 y 9,8 millones de mexicanos han caído en la pobreza debido a una disminución de sus ingresos, estimaciones que, según la institución, ‘muestran pérdidas importantes en los avances que se han logrado en materia de desarrollo social, amenazando la capacidad de recuperación de los ingresos de los hogares’”.
“El Coneval, además, asegura que las transferencias monetarias que el Ejecutivo hace dentro de su política social son ‘medidas temporales’ que, aunque necesarias, no han mitigado los estragos causados por la pandemia en las poblaciones más vulnerables.”
Pues no, nunca. Porque la política social nunca tendrá éxito apartada del desarrollo económico; ambos aspectos deben ir a la par.
El crudo análisis del Coneval hiere de muerte la política social del gobierno de AMLO. Además, mexicanas y mexicanos merecen una vida digna, no de mejoralitos y de miseria; y la vida digna se consigue enseñando a la gente a trabajar, dándole oportunidades de desarrollo.
La economía social es una alternativa, pero la Cuarta “T” también la desdeña.
En fin, el país se deshace en pedazos, las promesas también. Ahí está el incremento a los precios de las gasolinas. Cuándo éstos cayeron debido a un fenómeno mundial a principios de la pandemia, se dijo que AMLO los había bajado y se prometió “no más gasolinazos”, pero el combustible más barato ya le pega a los 22 pesos el litro.
Por si fuera poco, Banxico anticipa alzas en la inflación general en el segundo trimestre del año.
Todo un panorama que hace ver a México como el Titánic, hundiéndose a causa de la negligencia de los altos mandos, por malas decisiones.
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Correo: rosyrama@hotmail.com
Rosy RAMALES
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