COALICIONES ELECTORALES EN PUERTA

 

Eduardo de Jesús Castellanos Hernández

 

Aunque todavía no empiecen formalmente las campañas estamos en pleno proceso electoral, así es que las noticias sobre este asunto se suceden una tras otra. A falta de legislación expresa y puntual sobre los requisitos y procedimientos para tramitar las candidaturas de aquellos diputados que aspiren a la reelección legislativa inmediata, el Instituto Nacional Electoral ya ha empezado a bosquejar algunos lineamientos que más tarde o más temprano serán impugnados por algunos o por otros de los partidos políticos, por lo que tendrán que ir a dar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para que éste resuelva en forma definitiva.

 

Por cierto, este TEPJF conoce su propia crisis interna en virtud de las serias impugnaciones que por varios lados ha recibido su presidente recién nombrado, pero también como consecuencia de haberse metido a querer resolver el problema interno del partido MORENA en la elección de su dirigencia nacional, de la cual todos -para empezar los propios magistrados, hasta el presidente de la república- salieron bastante raspados. 

 

No podía ser de otra manera puesto que una cosa es lo que dicen los Estatutos de ese partido político y otra muy distinta lo que sucedió respecto a la forma de elegir a dicha dirigencia; procedimiento no escrito en ninguna parte -ni en los Estatutos ni en la Ley General de Partidos Políticos-, pero obviamente avalado en todo momento por el TEPJF. El método de encuesta, mediante el cual se llevó a cabo la elección de esa dirigencia partidista, fue propuesto por el presidente de la república en una más de sus acostumbradas conferencias de prensa. Así es que saque usted sus propias conclusiones sobre la autonomía, independencia e imparcialidad de la justicia electoral.

 

Pero el tema al que me quiero referir en esta ocasión es al que señala el título de mi colaboración: la coalición electoral ya anunciada entre el Partido Revolucionario Institucional, el Partido Acción Nacional y el Partido de la Revolución Democrática -aunque también a la otra coalición-. A la cual es necesario agregar un nuevo compañero de ruta, en virtud de la anunciada intención del partido político -pero que no obtuvo el registro legal del INE- formado por el expresidente de la república, Felipe Calderón, y su esposa, Margarita Zavala, de reincorporarse a su antiguo partido, Acción Nacional. Supongo que las negociaciones al efecto deben estar en curso y deben implicar, necesariamente, un buen número de candidaturas en distritos electorales seguros de ser ganados por el partido albiazul; asunto que se complica por la otra negociación que veremos adelante.

 

El partido Movimiento Ciudadano al parecer ha anunciado que se va a ir solo por la libre, sin alianza con los otros partidos. Lo cual trae como consecuencia, desde luego, la división del voto a favor de la coalición opositora del gobierno -además de la otra división del voto a favor de los nuevos partidos que sí obtuvieron el registro legal del INE, impulsados por el propio gobierno-; gobierno que ganó la presidencia de la república en 2018 también con una coalición: Morena, Partido Verde Ecologista de México y Partido Encuentro Social -cuyo descendiente inmediato, el Partido Encuentro Solidario, acaba de obtener su registro como partido político porque el otro partido lo perdió-. La ley dice que los partidos políticos de nueva creación -lo cual sería el caso del nuevo PES- no pueden ir en coalición en la primera elección a la que concurran, pero tenga usted la seguridad y la tranquilidad -si es partidario de dicha coalición- que alguna manera habrán de encontrar para ir juntos o casi juntos.

 

También al interior de esta coalición van a empezar los jaloneos por las candidaturas -de hecho, ya empezaron, pues el registro de precandidatos a gobernadores ya comenzó, pero no me alcanza el espacio para entrar en detalles a este respecto-. Antes, cuando el partido hegemónico era el PRI, ésta era una chamba que le tocaba a la secretaría de Gobernación, es decir, era ahí donde se recibían propuestas y se investigaba si los propuestos cubrían requisitos para su aceptabilidad. Cuando el PRI dejó ser hegemónico y pasó solo a ser partido dominante, las condiciones políticas del país habían cambiado -sobre todo porque ya para entonces había gobernadores de otros partidos-, así es que el trabajo de la SEGOB era más bien la de contemporizar con estos gobernadores de oposición y el partido gobernante pues cuidaba su sana distancia con el gobierno. De tal forma que el PRI tuvo que ampliar sus funciones a la selección, evaluación e integración de sus listas de candidatos, y no solo a presentarlos al electorado para obtener su voto.

 

Es de suponerse que las listas definitivas eran “palomeadas” en algún cónclave que reunía -conjunta o separadamente- a los principales integrantes de la élite política partidista y de la élite gubernamental -incluidos sus coordinadores parlamentarios y desde luego los gobernadores-. Así es que lo mismo debe estar sucediendo ahora al interior del partido MORENA, aunque es de suponerse que la actual secretaria de Gobernación tenga menos injerencia en estos menesteres -habida cuenta la disminución de funciones políticas de la SEGOB-, lo que no implica que no pueda dejar de sugerir algunas candidaturas.

 

Pero, para cerrar esta colaboración, regreso a algunos pormenores de la coalición opositora, concretamente dos, candidaturas y plataforma electoral común. Pues la coalición oficial, gubernamental, finalmente no tiene ninguno de estos dos problemas. Las listas con las candidaturas ganadoras serán “palomeadas” por el propio presidente de la república sin necesidad de consultar a demasiada gente. Y su plataforma electoral será el mismo discurso triunfalista también del presidente de la república, la continuación y consolidación de la 4T -cualquier cosa que esto signifique y pueda cambiar-. Como es de suponerse, muy distinta será la situación en la otra coalición, la opositora al gobierno.

 

Porque al mismo tiempo tendrán que ponerse de acuerdo tanto con las candidaturas como con lo que le van a ofrecer a los electores para convencerlos de que voten por ellos, pues el puro discurso opositor al presidente no creo que les alcance ni para ponerse de acuerdo ni para juntar muchos votos. Así es que tenemos a tres partidos tradicionalmente considerados de izquierda, de centro y de derecha, ahora unidos frente a un enemigo común: un líder populista todavía con enorme credibilidad, con tentaciones totalitarias -que es lo que los une, para no desaparecer-, con procedimientos autoritarios muy efectivos -lo que también los une, por el mismo instinto de conservación-, que tiene un partido berrinchudo pero finalmente obediente, y con toda la estructura gubernamental a su disposición -misma que utiliza sin necesidad de gran disimulo pues reivindica públicamente su derecho a hacerlo-.

 

Solamente que cada uno de esos tres partidos ahora opositores tiene su propia historia en el ejercicio del poder, a las que también por razones de espacio no me podré referir en esta ocasión. Pero, además, ese sector de la opinión pública que es particularmente exigente y crítico frente al propio presidente de la república, por las mismas razones de exigencia democrática de rendición de cuentas, va a ser -de hecho, ya lo está siendo- igualmente crítico frente a estos partidos.

 

Así es que los tres partidos -PRI, PAN, PRD- no van a poder dejar de confesar y reconocer sus culpas, pero, sobre todo, de ofrecer cada uno alguna forma de expiarlas, lavarlas, purificarlas. Solo le digo a quienes simpaticen con esta otra coalición que -al igual que con la anterior- no se preocupen, que alguna forma habrán de encontrar estos experimentados políticos para enfrentar a los electores con la cara bien lavada de tal forma que hasta parezca nueva -exactamente igual que los otros-.

 

Ciudad de México, 9 de diciembre de 2020.

Eduardo de Jesús Castellanos Hernández.

Profesor e Investigador. Doctor en Estudios Políticos (París) y doctor en Derecho (CDMX), con Especialidad en Justicia Electoral (TEPJF).

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