Snowpiercer está por llegar a Netflix y ya es una de las favoritas en la plataforma. En pleno encierro por la pandemia de Covid-19, la serie inspirada en la película de Bong Joon-Ho, director de Parasite, nos da una nueva perspectiva y nos muestra que las cosas en realidad no están tan mal como podrían, además de que presenta un nuevo misterio por resolver en estos momentos en los que tenemos todo el tiempo del mundo para resolverlo.
Para quienes no conocen la película, Snowpiercer se desarrolla a bordo de un tren que nunca deja de moverse, este carga a los últimos sobrevivientes de una era del hielo que destruyó al planeta y arrasó con la humanidad, es un santuario en el que todos están protegidos, el problema es que no hay igualdad. Los vagones delanteros transportan a los ricos y poderosos (piensa en la película El Hoyo, pero horizontal en lugar de vertical) y la situación se va haciendo más precaria, complicada e insegura conforme avanzas a los últimos vagones, que transportan a los más pobres de la humanidad.
Adelante, las personas tienen todo, comida, lujos, entretenimiento, mientras que, en la parte trasera, solo hay hambre, oscuridad, miedo y abusos, ahí les dicen que tienen suerte de haber sido aceptados e incluso son obligados a trabajar para mantener a los pasajeros privilegiados cómodos y sin preocupaciones.
Snowpiercer nos muestra una versión diferente del apocalipsis, pero nos recuerda que, incluso en el fin del mundo, las diferencias de clases siguen existiendo y son los mismo de siempre (los ricos y poderosos) los que se llevan el mejor trato.
La película es perfecta (y no solo por tener a Tilda Swinton y a Chris Evans) y aunque la serie de Netflix es un poco diferente, también hay muchas razones para querer verla (y no solo porque ya te acabaste todo el catálogo de Netflix por culpa de la cuarentena).
¿Por qué ver Snowpiercer?
Pandemia, pero diferente
La serie se desarrolla en el año 2031, después de un evento catastrófico que destruyó al mundo (no es exactamente el Covid-19, pero nos recuerda que somos vulnerables de más formas de lo que nos gusta pensar). 19 años después del desastre, un grupo de sobrevivientes se encuentra a bordo de un tren que nunca para de moverse y que tiene reglas muy estrictas para mantener el orden.
Realmente no sabemos cómo es que estos pasajeros llegaron al tren o cómo fueron seleccionados, las serie más bien nos muestra una nueva “sociedad” establecida y que hace todo lo posible por intentar sobrevivir. Su propuesta nos dice que, como suele pasar en la actualidad, las diferencias de clases no se van a borrar y va a existir una clara separación entre los más ricos y los más pobres.
En medio de todo eso, la serie nos muestra una revolución que buscaba cambiarlo todo y conseguir la igualdad, solo 6 años después de haber iniciado el viaje en tren. Además, podemos se habla también de una lotería para conseguir un lugar a bordo, que convenientemente dejaba a los más pobres fuera, lo que obligó a muchos a subir a la fuerza y a quedarse en el último vagón, con las peores condiciones.
Más detalles que en la película
La película de Snowpiercer es una gran obra de ciencia ficción y Bong Joon Ho cuenta una gran historia, pero, al tener más tiempo, la serie nos muestra más detalles sobre la vida en el tren y el sistema al que sus pasajeros deben apegarse. Aquí podemos ver más detalles de la ida a bordo, desde el entretenimiento y la educación, hasta la prisión y los castigos utilizados para mantener el control. Aquí hay 10 capítulos para contar muchos más detalles.
Una gran diferencia con la película es que nos revelan los primeros vagones desde los primeros capítulos, mientras que en la película comenzamos en un vagón sin ventanas, oscuro y frío, y lentamente nos muestran que no todos viven así, lo que crea un elemento de sorpresa que es un poco más interesante.
Via | Msn Cultura
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