- Esmeralda Cortés, abogada y empresaria, dedica su energía a vencer retos y desarrollarse plenamente
Tlalixtac de Cabrera, Oax., 25 de febrero de 2020.- Tomar y superar retos es el “pan de cada día” de Esmeralda Cortés Girón, abogada joven y tenaz que desde hace cinco años forma parte de la Secretaría de Administración.
Su día comienza en la Dirección Jurídica, donde atiende diversos casos relacionados con los bienes y servicios públicos. Por la tarde se transforma en una empresaria dedicada que al mismo tiempo es mamá y esposa. Su energía y determinación es inspiradora.
Esmeralda es la única abogada en su familia. Aunque su sensibilidad hizo pensar a sus papás y hermanos que no era su vocación, una experiencia que vivió cuando trabajaba en una institución de asistencia social, la hizo tomar la decisión de estudiar leyes y poder estar al servicio y en la defensa de las personas.
“Mi premisa de vida es la honestidad, actuar con respeto hacia las personas. Siempre evolucionar, aprender y ayudar, alcanzar retos, eso es fundamental para mí”.
Ese tesón llevó a Esmeralda a incursionar en el sector microempresarial hace poco más de un año, instaló en su casa una lavandería que gracias a su empeño y trabajo se ha convertido en un éxito más para ella y su familia.
Aunque se siente satisfecha con su faceta empresarial, mantiene firme su decisión de utilizar sus conocimientos para ayudar, labor que desarrolla los sábados y domingos al fungir como docente en una universidad especializada en población adulta.
Aquí ha vivido momentos excepcionales que han contribuido a su crecimiento profesional y personal. Uno de los más significativos –relata– fue durante su primer año como docente, cuando tuvo la oportunidad de apoyar a un alumno que pasaba por un proceso de divorcio y una profunda depresión que estuvo a punto de orillarlo a perder su trabajo y sus estudios.
“Enfrentaba problemas muy serios, pero afortunadamente tuvo el respaldo de su institución y de nosotros como profesores, entre todos lo ayudamos a recuperar su trabajo y a continuar con sus estudios y nos da mucho gusto que hace un año se graduó como licenciado en Derecho”, precisó.
Además, Esmeralda se da tiempo para ejercer su profesión en un despacho legal que instaló junto a una amiga. “Me gusta estar actualizada, conocer lo que está pasando, los cambios que se viven para tener siempre las herramientas para ayudar durante un litigio”.
Cumplir todos los retos que se ha puesto no ha sido fácil. El cuidado de sus hijos es prioridad; impulsar su negocio un propósito que deja satisfacciones; la docencia es alimento para su espíritu y la abogacía, su vocación. Todos ellos forman parte de Esmeralda, la hacen una persona feliz, plena y con determinación para continuar aprendiendo y alcanzar cada día un nuevo objetivo.
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