Rosy RAMALES
La escena del Décimo Congreso Nacional Ordinario de la CATEM parece sacada de alguna fotografía de los gloriosos años de la CTM: Un auditorio a reventar de agremiados, el líder sindical encabezando la arenga, el Presidente de la República agradeciendo el respaldo obrero, los sindicalistas reverenciando y una clase política artífice del nuevo sindicalismo.
Solo faltó el partido político…más bien, un presidente formal partidista porque quizá muchos de los ahí presentes integran el partido en formación Fuerza Social por México, que como organización de ciudadanos ya rebasa el número de asambleas estatales y de afiliados exigidos por la ley para solicitar su registro como partido nacional.
Y Fuerza Social por México va con el impulso de Pedro Haces Barba, líder de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM), a quien le atribuyen parentesco con el histórico sindicalista Leonardo Rodríguez Alcaine, quien se convirtió en líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) a la muerte de su contemporáneo Fidel Velázquez.
Vaya, la “Cuarta Transformación” no es propia de Morena, ni de aliados cuasi cascarón como el Partido del Trabajo (PT), el cual creció en número de posiciones de elección popular en el 2018 al amparo de la coalición “Juntos Haremos Historia” y gracias a la presencia del entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador.
Pareciera como si la “Cuarta Transformación” la estuvieran tejiendo aliados fácticos de AMLO junto con algunos cuadros de Morena que actúan per se, como el mismo Pedro Haces y el senador Ricardo Monreal Ávila, quien guarda una añeja amistad y estrechísima relación política con el priista José Murat Casab; ambos políticos de colmillo retorcido.
No se dude de alguna alianza José Murat-Ricardo Monreal-Pedro haces. ¿O no?
Así sería explicable entonces la presencia del Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa; un mandatario priista que aparentemente nada tendría que ver en un Congreso Nacional Ordinario de la CATEM. La calidad de invitado especial se inventó para justificar presencias extraordinarias.
Según cuentan fue el único gobernador presente en el referido Congreso de la CATEM. Aunque otro oaxaqueño también estuvo presente: El senador por el Partido Verde, Raúl Bolaños Cacho Cué, amigo de Alejandro Murat y de Ricardo Monreal.
En el contexto, cabe la pregunta ¿Fuerza Social por México sería la alternativa de AMLO ante el fracaso de auto-organización de Morena? ¿O sería la alternativa de priistas ante un PRI en terapia intensiva prácticamente desahuciado? ¿O sería la alternativa de políticos de distintas ideologías?
Interesante, sobre todo rumbo a las elecciones concurrentes más grandes del país: Las del 2021. Fuerza Social por México podría obtener un buen número de cargos de elección popular y dar el salto para elecciones sucesivas, algo similar a lo ocurrido con Morena siempre y cuando cuente con respaldos masivos.
Y el sector obrero es un buen respaldo. La CTM hizo grande al PRI y viceversa; fue una simbiosis perfecta en la historia del Derecho Laboral Mexicano. El gobierno y todo patrón daban trabajo con la condición de que el trabajador primero fuese a engrosar las filas cetemistas y, por ende, las del Revolucionario Institucional. (La decadencia de la central obrera empezó cuando un líder telefonista se rebeló, y entonces el partido también empezó a perder fuerza).
¿Veremos otra simbiosis perfecta entre la CATEM y Fuerza Social por México? ¿O entre CATEM y Morena?
Porque, claro, Fuerza Social por México primero debe obtener el registro como partido político nacional; el hecho de que en los cortes informativos del Instituto Nacional Electoral (INE) tal organización aparezca con datos que rebasan el cumplimiento cuantitativo de requisitos, no significa que en automático obtenga el registro.
El INE aun revisará el padrón de afiliados de Fuerza Social por México, que no existan duplicados, muertos, militantes de otros partidos ya existentes o en formación; que las asambleas estatales se hayan llevado a cabo con toda legalidad, sin vicios en la voluntad de los asistentes, sin intervención de sindicatos ni de cualquier otra organización, etc.
Entonces, Fuerza Social por México aún no puede cantar victoria, sino hasta junio próximo cuando el Consejo General del INE le otorgue el registro, en su caso. Recuerden que en política nada está escrito y, como reza la vox populi, “del plato a la boca se cae la sopa”.
Por tanto, Dalay.
Ah, el corporativismo está prohibido por la ley electoral. Pero, claro, Fuerza Social por México seguramente argumentará (si fuera el caso) que nada tienen que ver con la CATEM, que si los afiliados de la gremial obrera coinciden con los militantes de dicha organización es porque la adhesión ha sido a título personal, de manera libre e individual tal como lo exige la norma.
Así lo argumentó en su momento el Panal de Elba Esther Gordillo y Morena respecto de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación de la CNTE. Y tan-tan, el Instituto Electoral dejó hacer y dejó pasar.
Por cierto, ni Elba Esther, ni el senador Napoleón Gómez Urrutia se vieron en el Congreso Nacional de la CATEM; cosa rara siendo sindicalistas. Es que (según dicen) el mandatario nacional prefirió encontrarse nada más con determinados sindicalistas.
¿LIBERTAD SINDICAL?
En el Congreso de la CATEM, el jefe del Ejecutivo Federal recordó que el 1º de mayo de 2019 se aprobó la nueva ley en materia laboral que garantiza la libertad sindical y la democracia en la elección de dirigentes.
Sí, respecto de los patrones en términos de la ley. ¿Pero respecto del gobierno? Si la CATEM sigue el mismo modelo de la CTM, entonces no habrá ni libertad sindical ni democracia en la elección de dirigentes; será formal, pero no real.
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Correo: rosyrama@hotmail.com
Rosy RAMALES
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