* El trabajo de inteligencia en Oaxaca se facilita, porque salvo excepciones emergentes en materia de narcotráfico, los dirigentes de los partidos y organizaciones políticas y sociales, son los mismos.
* La falta, no de operadores, pero sí de cabildeo y operación política, genera preocupantes vacíos de poder político, económico y social, por ejemplo, con las iglesias, especialmente con la católica.
(A los hijos de nuestro amigo-hermano Rafael Aragón Kuri, Elena, Liliana y Rafael; a sus familiares y amigos, nuestro más sentido pésame personal y familiar. Un abrazo solidario en estos momentos difíciles. Descanse en paz)
Todos los problemas y conflictos en la vida y en el mundo tienen solución. Además, nunca es tarde para hacer un alto en el camino, volver la mirada atrás y evaluar lo que hemos dejado de hacer.
Y qué mejor que hacerlo, en el caso del Gobernador Alejandro Murat, en el parteaguas de la mitad de su administración, al rendir su Tercer Informe de Gobierno e iniciar el declive de su gobierno.
Frente a la nueva embestida de agitación y violencia política y delincuencial en Oaxaca, esta es nuestra convicción con el mayor optimismo, en su más amplia concepción de realismo informado.
Difícil sí, pero no imposible, gobernar al Estado. Complejo y complicado, por los intereses en juego. Pero no hay que olvidar que en política no hay perro sin dueño ni caballo sin jinete.
El Gobierno de Alejandro Murat debe exigir al dueño de la jauría suelta que amarre a sus perros y al jinete de los caballos desbocados que doble la cabeza o la oreja de éstos, para frenarlos.
En tales condiciones, se requiere antes que nada saber quién o quiénes son los dueños de los perros sueltos y los jinetes de los caballos desbocados; y exigirles que los amarren y los frenen.
Para poner quietos a unos y otros, nada mejor que mandar por ellos, de hecho, o conforme a derecho, y expediente en mano sobre su negro historial delictivo, aplicarles todo el peso de la Ley.
Habrá quienes de manera inteligente y prudente, se disculpen y comprometan a trabajar de manera conjunta con el Gobierno del Estado y Federal, y se comprometan a no causar problemas.
Dado que sobre advertencia no hay engaño y el que avisa no traiciona, es indispensable que el Gobernador Alejandro Murat refuerce y exija consolidar el trabajo de inteligencia en Oaxaca.
Tarea no fácil ni sencilla, pero si se sabe dónde y a quién preguntar, se confirmará que no hay crimen perfecto ni siquiera los crímenes de Estado. Lo que sí hay, son investigaciones imperfectas.
El gobernante tiene a su favor que el perfil psicológico de los delincuentes es el mismo en todo el mundo, ya se trate de “cuello blanco”, hampones comunes o bien, de la delincuencia organizada.
Siempre están dispuestos a hablar y a negociar, cuando ven perdida su libertad y riqueza. La razón es simple y sencilla, no quieren perder su libertad para seguir disfrutando de su dinero mal habido.
Paralelamente, urge al Mandatario Estatal un intenso y permanente cabildeo con todos los sectores sociales que permita facilitar la operación política para inhibir y desactivar conflictos.
Siempre y cuando se realice de manera eficaz y eficiente, el trabajo de inteligencia permitirá al Ejecutivo Estatal adelantarse a los acontecimientos futuros, previos ejercicios de prospectiva.
El trabajo de inteligencia en Oaxaca se facilita, porque salvo excepciones emergentes en materia de narcotráfico, los dirigentes de los partidos y organizaciones políticas y sociales, son los mismos.
En muchos casos, hoy son los hijos y nietos de los viejos, enfermos o muertos, dirigentes radicales, públicos y clandestinos, los que agitan, presionan y chantajean al gobierno, y subvierten el orden.
La falta, no de operadores, pero sí de cabildeo y operación política, genera preocupantes vacíos de poder político, económico y social, por ejemplo, con las iglesias, especialmente con la católica.
Al condenar el asesinato de policías en San Vicente Coatlán, Ejutla, el Arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, dio un rotundo mentís a las afirmaciones del Gobierno Estatal.
Aseguró que en Oaxaca se sigue viviendo con mucho miedo y terror; aunque se quiera hacer creer que en este estado hay paz y tranquilidad, es mentira. No es cierto que esto ocurra, sostuvo.
En su homilía celebrada en la Catedral Metropolitana, Vásquez Villalobos aludió también al asalto a mano armada, ocurrido la tarde del viernes a unas cuadras de la Catedral, en el Centro Histórico.
“Le quitaron la vida a unos policías que son nuestros hermanos, y luego, en la capital por quitarle su dinero a una mujer, en el centro de la ciudad, en pleno día, casi la matan”, señaló el prelado.
El jerarca católico reiteró que no se tiene seguridad, no se tiene paz, los obispos reportan asesinatos en las regiones, “se está perdiendo la sensibilidad y el respeto a las autoridades”.
Al mismo tiempo, hizo un llamado a intensificar la oración, esa debe ser el arma de las personas y pedirle a Dios que toque el corazón de los que no descubren el rostro de Dios en los demás.
Al arribar al cuarto año de gobierno, es imperativo que el Gobernador Alejandro Murat reoriente las políticas de su administración, a fin de garantizarse gobernanza y gobernabilidad. Son votos.
@efektoaguila
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