La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se siente engañada en cuanto a la abrogación de la reforma educativa peñista, como lo prometió en campaña en actual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
Por eso la gran aliada electoral de la coalición “Juntos Haremos Historia” (Morena-PT-PES) se siente intranquila y empieza a mandar señales a sus agremiados para accionar en cualquier momento hasta conseguir la abrogación, no derogación.
Y si la CNTE no alcanza el objetivo de aquí a las elecciones 2019 en seis entidades, quien sabe si los profesores vuelvan a votar por los partidos aliancistas, sobre todo por Morena.
Este año habrá comicios de concejales a los ayuntamientos en Aguascalientes y Durango, y de diputados locales por ambos principios en Quintana Roo y Tamaulipas. En Baja California elegirán todos estos cargos, además de gobernador. Y Puebla va a elecciones extraordinarias de gubernatura dada la muerte de Martha Erika Alonso.
Ya se verá también el voto de los trabajadores de la educación en los comicios federales intermedios, en los cuales AMLO prevé someterse a la revocación de mandato, siempre y cuando el Congreso de la Unión apruebe la reforma electoral pertinente.
Las figuras de democracia participativa a veces suelen hacerse efectivas cuando hay promesas incumplidas, o cuando la ciudadanía no ve colmada su expectativa de cambio a corto plano. La luna de miel entre gobernados y gobernante cada vez suele ser más breve.
La Coordinadora y sus secciones sindicales siempre ha negado el voto corporativo, el cual, por cierto, está prohibido por la ley. Sin embargo, los profes votan en una misma línea: A favor, en contra o se abstienen.
Retomando el tema: En su posicionamiento la CNTE advierte que la propuesta de reforma educativa del nuevo Gobierno Federal “da continuidad al proyecto educativo neoliberal”.
Y culpa al Secretario de Educación Pública cuando dice que dicho proyecto está “reforzado nuevamente por la relación reciente que sostiene (Esteban) Moctezuma Barragán con la OCDE, misma que fue parte del conflicto por la implementación de la reforma de EPN.”
La reforma educativa “por venir, no garantiza la abrogación en términos como lo plantea la CNTE”, advierte la gremial y llama a su base a la resistencia.
O sea, la gremial pide todo o nada. Y el todo se encierra en las siguientes demandas:
Abrogación “total” reforma educativa, reinstalación de los docentes cesados, suspensión inmediata de los procesos de evaluación punitiva, se garantice plaza automática a egresados de las Normales, se detenga la aplicación del Nuevo Modelo Educativo, solución a las demandas económicas y salariales no resueltas, libertad de todos los presos políticos; cancelación de todo proceso jurídico, penal, laboral y administrativo derivado de la implementación de las reformas estructurales.
Los maestros de la CNTE demandan “una educación con pertinencia cultural y verdadera participación de los trabajadores de la educación en su construcción”.
LOS “PEROS” A LA PROPUESTA DE AMLO
Según la CNTE:
La “iniciativa corresponde a un modelo neoliberal puesto que aún contempla términos como la ‘excelencia’ que perfecciona el concepto infundado de ‘calidad’ que no son términos pedagógicos, sino empresariales”.
La propuesta de reforma “sigue siendo punitiva”, pues la Fracción VIII proyecta leyes secundarias “con carácter punitivo” con “sanciones a los funcionarios que no cumplan o no hagan cumplir las disposiciones relativas, lo mismo a todos aquellos que las infrinjan”.
La Fracción IX promueve una “acreditación y certificación para las escuelas y maestros” que “puede representar el cierre y la privatización de los planteles educativos”.
Da continuidad a un proyecto para sólo administrar los contenidos de la educación básica.
Deroga la Fracción V, “lo que derivaría (en) la desaparición de los niveles: inicial, especial, educación física, educación para adultos y otras; porque excluye al Estado de la obligación de promover y atender todos estos tipos y modalidades educativas”.
Representa “un retroceso para los pueblos originarios al plantear una Educación Bicultural y Bilingüe debiendo ser Pluricultural, Intracultural-Plurilingüe e Intercultural – Bilingüe”.
No contempla “el reconocimiento a proyectos educativos que llevan a cabo los estados en una educación que responda a sus realidades culturales, sociales y económicas”.
Sustituye el Instituto Nacional de la Evaluación Educativa (INEE) “por un centro de certificación”.
La política pública en materia educativa “se deja en manos de la clase empresarial y gubernamental en virtud de la conformación de (un) consejo consultivo y de (un) consejo directivo con la creación del centro para la revaloración del magisterio…”
Esos, entre otros, son los “peros” o los inconvenientes que la CNTE ve en el proyecto de reforma educativa de AMLO.
¿QUÉ PASARÁ?
Es impredecible. Por lo pronto, en el posicionamiento de la Coordinadora la exigencia es clara: Abrogación de la reforma educativa de Enrique Peña Nieto.
Y, entre líneas, precisa la urgencia de diálogo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien, por cierto, no le gusta que lo atosiguen.
En fin, que la abrogación no depende estrictamente de AMLO, sino de los legisladores del Congreso de la Unión; de ellos depende el destino de la niñez y de los mentores.
Por cierto, varios maestros de la Coordinadora son ahora diputados federales y senadores; será interesante ver su comportamiento en la coyuntura de formar parte de uno de los Poderes que conforman el gobierno. ¿De qué lado se pondrán?
Probablemente la CNTE, vía sus secciones sindicales, endurezca su postura en la medida en que no vea plasmadas sus demandas en la iniciativa de reforma educativa.
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