Adriana Kupijy Vargas tiene 20 años, estudia pedagogía en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán de la UNAM, y logró crear una biblioteca comunitaria en su localidad de origen en el municipio Santa María Tlahuitotoltepec, en la sierra Mixe de Oaxaca.
De madre docente y padre artista plástico, la estudiante del cuarto semestre de la licenciatura, siempre estuvo involucrada con el mundo de la literatura, por lo que desde muy joven reflexionó sobre la manera que le servían sus estudios para ayudar a la comunidad.
“En la escuela solo veía teoría, me pregunté cuál era el compromiso con el conocimiento, qué podía generar para mi comunidad y mi entorno”, dijo la estudiante. Fue así que el año pasado lanzó una publicación en Facebook en la que solicitó donaciones de libros, por lo menos buscaba 500, pero el mensaje tuvo tanto éxito que entre la población y una pequeña empresa local lograron juntar más de cuatro mil ejemplares.
El acervo de la biblioteca se ubica en la ranchería Tejas, de Santa María Tlahuitotoltepec, cuenta con enciclopedias, novelas, libros de texto y de poesía, y algunos de ellos fueron recopilados en la Ciudad de México y transportados por la propia Kupijy, que en mixe significa flor que asciende. Su familia colaboró en Oaxaca para reunir el resto de los ejemplares. Aunque se trata de una comunidad pequeña, en la que la mayoría de los estudiantes son de preescolar y primaria, Kupijy busca incentivar entre la población el gusto por el conocimiento.
Actualmente está reuniendo apoyos para una segunda biblioteca en la ranchería vecina llamada “Las Flores”. Por ello, invitó a las autoridades federales y locales a que respalden los proyectos de jóvenes que quieren transformar sus comunidades, pues advirtió que no es sencillo solicitar apoyos.
“Quiero hacer un llamado a la sociedad en general, a los gobiernos estatal y federal para que sigan poniendo interés a los proyectos que tenemos los jóvenes que buscamos gestar el conocimiento en nuestras comunidades”, dijo.
Con Información de Milenio
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