Esta Champions League ha resultado inaudita. Cuando todos pensábamos que el Barcelona y el Ajax serían los dos invitados a la Gran Final en Madrid, pero el Liverpool y el Tottenham lograron remontar sus respectivos marcadores de una forma épica e impensable. Todos los daban por muertos y la garra y fe salieron avantes para hoy ser los clasificados al juego decisivo por el título.
Esta final inglesa no podría ser posible si no fuera por dos factores. Uno es Lucas Moura, delantero brasileño de los Spurs que se despachó con un hat trick que ayudó a su equipo a soñar con su primer orejona.
Del otro mucho podrán pensar en Divock Origi, Alisson Becker o Georginio Wijnaldum como los héroes de los de Anfield, pero no, fue un balonero el que se llevó las palmas, al ser el gran culpable de que hoy la escuadra de Klopp peleé por su sexto trofeo europeo.
La ida en el Camp Nou marcó la primera vez que el director técnico alemán se vio las caras contra los culés en un partido oficial. el resultado fue una goleada 3-0 con una gran actuación de Lionel Messi. esa primer batalla se perdió, pero al aprendizaje fue más provechoso.
En Anfield, Origi abrió las esperanzas del Liverpool. Posteriormente, Wijnaldum consiguió un doblete que empató el marcador global y que minutos después pasó a ser favorable para los británicos gracias a otro tanto del delantero belga que aprovechó la viveza de Trent Alexander-Arnold y de un joven desconocido que le dio el balón para cobrar el tiro de esquina.
Todo mundo atribuyó este engaño al joven defensor inglés, que posterior al juego aseguró que la jugada no estaba planeada, solo aprovechó el momento. Pero la realidad es que todo fue una orden de Jürgen Klopp para que los baloneros entregaran el esférico rápidamente pues en la ida notó que el Barcelona se distraía cada vez que la de gajos salía de la cancha; esto según con información del The Telegraph.
Oakley Cannonier, de 14 años, fue el que regresó el balón en ese último tanto. Y según The Independent, el juvenil que también forma parte de la academia Red es entrenado por Carl Lancaster, uno de los mentores del club en Kirkby.
Y entre sus responsabilidades está la coordinación de los recogepelotas. Les dijo que sirvieran a los futbolistas del Liverpool lo más rápido posible el balón para el encuentro del martes. Eso no lo olvidó el chico y hoy está convertiudo en una leyenda de la ciudad, tanto que ya hasta andan proponiendo que el equipo inglés lo lleve a la Final de la Champions League como premio.
Con información de Los Pleyers.com
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