Trump valora proponer a Kim Jong Un la apertura de una delegación de EEUU en Corea del Norte

Funcionarios norteamericanos citados por medios como la CNN o el diario ‘The Wall Street Journal’ han afirmado que el presidente Donald Trump se plantea ofrecer al dirigente de Corea del NorteKim Jong Un la apertura de una oficina de representación de su país en Pyongyang, y permitir que los norcoreanos hagan lo propio en el territorio americano, durante su próximo encuentro en Vietnam.

El comunicado final que se difundió tras la reunión de los dos dirigentes en Singapur en junio de 2018 ya incluía una mención que asegura que los dos países “se comprometían a establecer nuevas relaciones, de acuerdo con el deseo de los pueblos de ambos países por la paz y la prosperidad”.

Las mismas fuentes indicaron que el citado gesto diplomático podría formar parte del paquete de incentivos que Trump ofrecerá al dirigente norcoreano -con el que se reunirá los días 27 y 28 en Hanoi- a cambio de que este acepte reanudar el desmantelamiento de su programa nuclear y de misiles.

El propio Trump se mostró dispuesto este miércoles a flexibilizar las sanciones internacionales impuestas a Corea del Norte si Pyongyang adopta pasos “significativos” en ese sentido.

“No he quitado las sanciones. Me encantaría poder hacerlo pero para eso el otro lado (Corea del Norte) tiene que hacer algo significativo”, aseguró el mandatario, que siempre había defendido que nunca aflojaría el acoso contra Pyongyang hasta que la nación asiática concluyera por completo la destrucción de su arsenal y esa determinación pudiera ser confirmada por observadores independientes.

Veinticuatro horas antes, el jefe de estado norteamericano había incidido en su nueva postura respecto a Corea del Norte, muy alejada de la retórica belicista que mantuvo en 2017. El presidente dijo que no “tiene prisa” por conseguir la “desnuclearización” de Pyongyang. “Mientras que no haya ensayos, no tengo prisa”, argumentó.

Durante su entrevista en Singapur, los dos mandatarios pactaron la “desnuclearización” de la Península coreana pero el proceso nunca se implementó ya que Pyongyang y Washington difieren sobre el significado de esa terminología y como llevar a cabo el proceso. Hasta ahora, Corea del Norte había insistido en que se hiciera paso por paso con medida recíprocas por parte de la administración norteamericana, algo que habían rechazado estos últimos.

El pasado martes el jefe de las fuerzas militares de EEUU en la Península de Corea, el general Robert Abrams, reconoció en una comparecencia ante legisladores norteamericanos que desde junio del año pasado las capacidades militares de Pyongyang no han disminuido.

“Es algo claro que a pesar de una reducción en la tensión a lo largo de la Zona Desmilitarizada y un cese de las provocaciones (de Corea del Norte), no se ha producido ningún o casi ningún cambio verificable en las capacidades militares” del país asiático, apuntó el uniformado.

Hasta 37 bombas atómicas

Un informe del Centro para la Seguridad Internacional y la Cooperación de la Universidad de Stanford estimó hace días que Corea del Norte ha añadido entre 5 y 7 ojivas nucleares a su arsenal atómico en 2018, con lo que ya podría disponer de 37 bombas atómicas.

Sin embargo, tanto Seúl como representantes norteamericanos de la talla de Stephen Biegun, el enviado especial de Trump para Corea del Norte, han adelantado que Kim Jong Un ha expresado su disposición a clausurar y demoler la central nuclear de Yongbyon, respondiendo así a la demanda del jefe de estado de EEUU para que haga algo “significativo”.

Situado a 100 kilómetros al norte de la capital norcoreana, el complejo de Yongbyon, que acoge en su interior cerca de 400 instalaciones diferentes, es el “centro y símbolo del programa nuclear norcoreano”, como escribió hace días un periódico surcoreano. Se estima que el reactor nuclear activo desde 1986 ha sido el principal generador del plutonio que requiere el país para equipar sus bombas atómicas.

La hipotética presencia de diplomáticos estadounidenses en la nación coreana y la congelación de las actividades de Yongbyon retrotraería el proceso de negociación entre Washington y Pyongyang al periodo de euforia diplomática que se vivió a partir del llamado Acuerdo Marco de 1994, que puso fin a los 18 meses de crisis que abrió Corea del Norte al retirarse del Acuerdo de No Proliferación Nuclear.

Como si fuera una réplica de las propuestas que se barajan ahora para la cita de Vietnam, aquel pacto también supuso la paralización de las actividades de la central nuclear de Yongbyon y acordó la apertura de una oficina de enlace de EEUU en Pyongyang y otra norcoreana en Nueva York.

Washington llegó a alquilar un sector de la embajada de Alemania para instalar allí a los siete diplomáticos que debían trabajar en esa representación. Las negociaciones en ese sentido quedaron paralizadas tras el grave incidente que se registró en diciembre del mismo año, cuando un helicóptero de EEUU traspasó la línea divisoria con Corea del Norte y fue derribado, un suceso en el que murió uno de los pilotos.

El Acuerdo Marco de Ginebra siguió su curso durante algunos años más pero se vió eclipsado por las disputas internas de la política norteamericana y fracasó finalmente tras la llegada al poder de George Bush, que en 2002 declaró a Corea del Norte como parte de su particular “eje del mal”.

Representantes de los dirigentes de ambos países se encuentran desde este miércoles en Hanoi para ultimar los detalles de esta segunda cumbre. Trump ha enviado al citado Stephen E. Biegun, mientras que la delegación avanzada norcoreana está liderada por el ex embajador en España, Kim Hyok Chol.

Pyongyang también parece otorgar una enorme significación al evento hasta el punto de que su principal diario, el matutino Rodong Sinmun, aseguró el pasado lunes que la nación se encuentra ante “un punto de inflexión histórico”.

Otro medio afín al régimen, la página web Meari, había indicado que las relaciones entre EEUU y Corea del Norte podrían experimentar un “avance importante” durante el encuentro de Hanoi, al tiempo que repetía que la interrupción del lanzamiento de misiles y de pruebas atómicas es una decisión definitiva y no temporal.

“Construir un régimen de paz pemanente y estable es una decisión estratégica de nuestra parte para honrar la importante responsabilidad que tenemos ante la comunidad internacional. También refleja nuestra firme determinación de realizar el objetivo de la desnuclearización de la Península de Corea”, escribió el medio de propaganda, que como todos ellos recoge al detalle las directrices políticas del Partido gobernante.

con información de el mundo

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