López Obrador y sus “verdugos improvisados”

El presidente López Obrador ya no marca los tiempos, las agendas, los temas. Su actitud indiferente frente a la rebelión de las mujeres y su manejo relajado del brote del coronavirus le robaron protagonismo y popularidad.

Todas las encuestas lo traen a la baja. Mitofsky le dio ayer un 51.5 por ciento de aprobación. Lleva 25 días sin crecer y tres puntos perdidos en lo que va de marzo, según esa casa encuestadora.

La desilusión crece y no encuentra cómo frenar la caída. De nada le ha servido recurrir a la explotación de la religiosidad de la gente. Sus amuletos fallan. Son muchos los que dejaron de creer en el “Presidente maná” que arrancó su sexenio con una popularidad arriba del 80 por ciento. Tenía las herramientas necesarias para hacer un buen gobierno y no las aprovechó. Pero nadie experimenta en cabeza ajena y México no es la excepción.

 

  • Su manejo de la pandemia no convence. No le hace caso ni a Hugo López-Gatell, quien él mismo puso a la cabeza de la cruzada en contra del COVID-19 en México.

Si el subsecretario recomienda distancia de un metro entre las personas, él abraza, besa, apapacha. La gira del fin de semana a Oaxaca sigue en pie, aunque pidió que al acto para conmemorar el natalicio de Benito Juárez sólo asistieran los habitantes de Guelatao, donde nació el benemérito.

Una encuesta de Enkoll, que encabeza Heidi Osuna, refleja que 62 por ciento de los mexicanos no considera apropiadas las medidas del gobierno para prevenir la propagación del virus.

Un 59 por ciento está convencido de que México no tiene la capacidad que se requiere para atender la pandemia; otro tanto desaprueba las decisiones del Presidente y un 62 por ciento dice que es poco creíble la cifra de infectados que nos dan día con día. El último reporte de la Secretaría de Salud habla de 164 casos confirmados y 448 sospechosos. El contagio se acelera y seguimos en fase uno.

 

  • Lo dijo Porfirio Muñoz Ledo. La sesión de ayer para acusar a Rosario Robles de desvío de recursos, era innecesaria. Un acto de lucimiento para “verdugos improvisados”,  que se mantuvo en la agenda a pesar de la emergencia de salud. Allí estuvimos. Presenciamos un procedimiento plagado de irregularidades. Por la tribuna desfilaron diputados de la Coalición Juntos Haremos Historia transformados en ministerios públicos o severos jueces que condenaban.

A la exsecretaria ni siquiera se le permitió concluir el plazo de alegatos establecido por la ley. Las sesiones de la Sección Instructora se realizaron sin convocatoria o no se realizaron. A Robles se le notificó de la audiencia del miércoles a las 18:30 horas de ese día.

Un juicio sin materia al que no asistieron diputados del PRI, PAN y PRD. La exsecretaria de Estado tiene un proceso penal en curso por ejercicio indebido de la Función Pública  Lo lleva en la cárcel. No la pueden separar de ningún cargo. Ya estaba inhabilitada por 10 años. Puro lucimiento personal de Pablo Gómez y de la “acusadora” Tatiana Clouthier. Es la “grilla” en tiempos de la 4T.

 

  • Rosario reaccionó desde su celda en Santa Marta Acatitla. Vía Twitter mandó el siguiente mensaje:

“Del tamaño del atropello es el odio y el miedo que me tienen. Ninguna  “fuerza moral” puede construirse abusando del poder para ejecutar una venganza cargada de saña. Eso va para el que tira la piedra y esconde la mano”.

Preguntamos por el que tira la piedra y esconde la mano. es YSQ.

 

  • Ya que estamos. Representantes del Sindicato Único de Trabajadores de Notimex estuvieron ayer en San Lázaro para solicitar formalmente un juicio político en contra de Sanjuana Martínez, directora de la agencia de noticias.

La acusan de “abuso de poder, represión, acoso, difamación, ataques a la libertad de expresión, influyentismo, ataques a la libertad de expresión y al sindicalismo, violaciones al contrato colectivo de trabajo y terrorismo laboral.

Ya son 241 los trabajadores despedidos. 172 son mujeres, una de las cuales está embarazada, nos dijo Beatriz Urrea Torres, secretaria general del sindicato. Hay que ver si los diputados son tan diligentes para desahogarlo como lo fueron con Robles Berlanga.

 

EXCELSIOR

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