Entendemos la angustia de los padres de niños con cáncer. Vemos incluso con simpatía la manifestación que realizaron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a fin de reclamar medicamentos para sus hijos en el hospital infantil.
Lo que francamente no digerimos son las declaraciones que hizo el titular de Salud, Jorge Alcocer, cuando le preguntaron sobre la escasez del medicamento Medsatrexate, que se utiliza para tratar menores con esa terrible enfermedad.
No sólo dijo que es un problema de los laboratorios Pisa, que lo distribuyen, sino que lo minimizó a niveles que provocan indignación. Lo citamos textual:
“Existe una cantidad suficiente (de Medsatrexate) de inmediato. Ya la tienen ahora. Tienen inclusive varios otros compuestos que hacen que se pueda sustituir.
Y la segunda cosa es que si no se da una dosis, puede esperarse unos días, o sea, no hay ninguna urgencia”.
No quiero imaginar la cara que pusieron los padres inconformes al escuchar esas declaraciones. Una monumental metida de pata.
*El tema de salud andaba mal en los tiempos de Peña y antes, pero funcionaba. Hoy está peor. El que lo dude que les pregunte a los padres de niños con cáncer; a los enfermos de Sida que tuvieron problemas con el abasto de retrovirales, a las decenas de miles de insuficientes renales que no tienen Seguro Social o al senador Germán Martínez.
En tiempos de la 4T se vuelve a centralizar todo. Fuentes vinculadas al sector Salud nos aseguran que está en riesgo el Fondo de Gastos Catastróficos. Son 80 mil millones de pesos que dizque le van a reinyectar. “Lo que quieren hacer es tomarlos de ese fondo”, nos aseguran.
Alarmante. El Fondo cubre las enfermedades graves que están incluidas en un listado. Pero sí cubre todos los tipos de cáncer de niños. Los que padecen esta terrible enfermedad están protegidos por lo que era el Seguro Popular.
¿Cómo funciona? Un hospital, digamos el Infantil, atiende a un niño que tiene leucemia. El 80 o 90 por ciento puede curarse si se trata a tiempo, pero si no son tratados, van a morir. Ése es el riesgo.
*No estamos defendiendo lo indefendible. Se trata de denunciar lo que no funciona. Que quede claro. Es inadmisible lo que ocurrió en sexenios pasados.
Por mencionar un caso. Cuando el doctor José Narro se hizo cargo de la Secretaría de Salud, en la última etapa de Peña Nieto, se dio cuenta de que en un buen número de entidades federativas no se comprobaban los gastos del Seguro Popular.
Tardó meses en regularizar el problema. Busqué en mis notas. Encontré que durante su gestión fueron presentadas 70 denuncias penales por un equivalente de 1,150 millones de pesos que no fueron comprobados.
Otro grave problema es que se construyeron numerosas unidades de salud donde no se necesitaban. No pocas quedaron sin terminar o nunca fueron equipadas. Un asunto de negocios, de moches, de ambiciones, más que de salud.
Lo ocurrido en el pasado no justifica las deficiencias del presente.
*El PT, aliado de Morena en la Coalición Juntos Haremos Historia, no se anda por las ramas. Quiere “regular” a los medios de comunicación para que no se conviertan en instrumento fundamental de “la derecha” en el 2021 y en el 2024.
Lo dijo el diputado de ese partido, Óscar González Yáñez, en la reunión previa que ese grupo parlamentario sostuvo ayer en San Lázaro.
“Solamente ganamos elecciones, pero no hemos desmantelado los poderes fácticos, no los hemos regulado”, sostuvo.
La franqueza del diputado petista se plasmó también en el reclamo que le hizo a Mario Delgado, jefe de la bancada de Morena, por la iniciativa que busca recortar el 50 por ciento del financiamiento de los partidos. “No vamos, ni de buena fe, a regresar ni un solo peso, ni por ley”, dijo.
Según González, quitar el dinero público a los partidos políticos los obligaría a buscar dinero en otras partes.
Con esos aliados…
EXCELSIOR
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