El Legislativo es fundamental para cumplir la Agenda 2030

La labor legislativa es fundamental para cumplir con la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030, aprobando presupuestos suficientes y leyes que garanticen la transparencia y la rendición de cuentas, afirmó la diputada Claudia Valeria Yáñez Centeno y Cabrera (Morena).

 

“Estamos llamados a desempeñar un papel central en la elaboración e impulso de políticas públicas que permitan acceder a una vida digna y construir una sociedad más sustentable y justa”, enfatizó.

 

Durante el taller “Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible”, mencionó que en 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó ese mecanismo, para erradicar la pobreza, combatir la desigualdad y acabar con el cambio climático. Este plan de acción global es suscrito por 197 países, México entre ellos.

 

Expresó que el propósito del taller es transferir conocimientos y reforzar las capacidades de las diputadas y los diputados, a fin de integrar un grupo de trabajo que permita realizar funciones con enfoque de desarrollo sostenible, coherente e integral.

 

La especialista en Políticas Públicas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Maite García De Alba Rivas, señaló que este taller permitirá fortalecer las capacidades institucionales en torno a los objetivos de la Agenda 2030, que es un ambicioso plan global de naturaleza transformadora y contiene compromisos en materia de crecimiento económico, inclusión social y protección del medio ambiente.

 

Refirió que la participación del Legislativo es crucial, por lo que es necesario que el Congreso ejerza sus atribuciones constitucionales a favor del desarrollo.

 

Se debe legislar, planear, fiscalizar y destinar presupuestos hacia el logro de los objetivos, porque la acción de los gobiernos por sí misma no es suficiente para satisfacer las necesidades de la población con un enfoque de sostenibilidad y sin dejar a nadie atrás.

 

Al presentar la guía “Legislar con enfoque de Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible”, mencionó que el PNUD recomienda que el Congreso promueva actividades que sensibilicen a legisladores, equipos técnicos y personal sobre su papel estratégico en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sustentable. “Es fundamental que todos conozcan la guía, la hagan suya y logren iniciativas con enfoque 2030”.

 

Precisó que los dictámenes de ley, iniciativas y puntos de acuerdo deben reconocer explícitamente su aportación al desarrollo sostenible, contener un análisis de contribución Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), e impulsar el principio de igualdad entre géneros. “Sabemos que esta legislatura se caracteriza por la paridad de género; sin embargo, esto no se traduce en que los espacios de decisiones estén ocupados igualitariamente”.

 

Propuso también realizar acciones que garanticen una vinculación efectiva con el Consejo Nacional de la Agenda 2030 para que los acuerdos se traduzcan en reformas que permitan alcanzar los ODS. Además, mejorar la transparencia presupuestaria pues “la Cámara de Diputados puede tener un papel fundamental e incidir en la orientación del gasto bajo los principios de integralidad”.

 

La citada guía plantea ejercicios de rendición de cuentas y control parlamentario previstos en la Constitución, a fin de fiscalizar la labor del Ejecutivo con un enfoque específico en la Agenda. “Estos mecanismos se pueden fortalecer para saber qué tanto contribuyen a su cumplimiento las acciones del gobierno”.

 

Alejandra Cervantes, asesora técnica de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sostenible (GIZ), resaltó la importancia del Poder Legislativo en la aplicación de la Agenda 2030, mediante la creación de leyes y otros instrumentos esenciales que impulsen ese crecimiento en México.

 

Dijo que el objetivo del taller es fortalecer las capacidades institucionales para transversalizar la visión de sostenibilidad en todo el quehacer legislativo y compartir información teórica y práctica que ayude a iniciar una conversación para concretar la Agenda 2030.

 

Expresó que, ante los grandes desafíos del planeta, este programa de acción adquiere relevancia, pues contiene una visión holística y transversal que busca no dejar a nadie atrás, “así la erradicación de la pobreza y la reducción de desigualdades se posicionan como elementos focales”. Contiene, además, el más alto sentido humano que pone a las personas y su bienestar en el centro del debate, con un enfoque de derechos humanos.

 

La directora de la Agenda 2030 de la Oficina de la Presidencia de la República, Gemma Santana Medina, enfatizó que el mundo está en emergencia climática “y si no lo entendemos, tanto la Cámara de Diputados como el Gobierno, las siguientes generaciones recordarán una humanidad poco inteligente. Necesitamos dejar el legado más importante, que son las acciones de mitigación del cambio climático y acciones de resiliencia”.

 

Refirió que el taller es un paso importante en la realización de ese mecanismo. Manifestó el interés de trabajar con el PNUD y organizaciones como GIZ para saber cómo alcanzarán las metas de la Agenda. Informó que se ha diseñado una estrategia y una consulta nacional que se entregará el 22 de noviembre en Palacio Nacional.

 

“Nuestra visión en la Oficina de la Presidencia es traer los casos que funcionan, que cambian la vida de las personas y generan movilidad social desde una base sostenible”.

 

Afirmó que en el diseño de las leyes se necesita considerar su viabilidad económica, el cuidado del ambiente y el respeto a los derechos humanos. Cualquier ley, proyecto o programa debe integrar esos tres aspectos, dijo, lo cual constituye un reto.

 

“La agenda 2030 es un sistema, lo que se haga en derechos humanos afecta a la economía y al medio ambiente; lo que se haga al medio ambiente afecta a la sociedad y a la economía”.

 

El especialista en Seguimiento e Implementación Subnacional de la Agenda 2030 del PNUD, Stephan Visser, expresó que hay malos entendidos sobre lo que realmente implica este compromiso global y su enfoque de desarrollo sostenible, los cuales pueden confundir a la gente sobre su alcance, carácter universal, compatibilidad con contextos nacionales y locales de desarrollo, y ello pone en riesgo las posibilidades de contribuir al desarrollo sostenible.

 

En su presentación, “Desmitificación de la Agenda 2030”, señaló que ésta contempla los principales desafíos en las tres dimensiones del desarrollo sostenible (social, económico y ambiental) de países como México, que tuvo una partición muy activa en la definición de los contenidos de la agenda, que concibe la integralidad como principio básico a fin de garantizar el desarrollo sostenible.

 

Planteó incluir elementos transversales para aplicar la Agenda 2030, lo cual implica garantizar el bienestar de las personas mediante cualquier iniciativa de política pública con visión sostenible y considerar en primer lugar a las poblaciones más vulnerables.

 

Asimismo, adaptar el marco de resultados a contextos locales respetando y priorizando condiciones y capacidades propias de cada territorio; medir resultados con base en evidencias, y promover la participación y alianzas entre gobiernos nacionales, locales, academia, sociedad civil, sector privado y organismos internacionales para colocar a las personas y al planeta en el centro de las políticas públicas y la legislación.

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