CRÓNICA POLÍTICA: Necesarias reglas equitativas entre partidos políticos

 

Rosy RAMALES

Recientemente la senadora Sasil de León Villard presentó una iniciativa de reforma a la Ley General de Partidos Políticos para eliminar la prohibición que tienen los partidos políticos de nueva creación de participar en coaliciones electorales en su primera elección.

La legisladora chiapaneca considera que dicha prohibición se trata de una disposición discriminatoria. Y tiene razón. Pero además, es una norma inequitativa, pues impide que los partidos que acaban de obtener su registro compitan en condiciones de equidad frente a los demás partidos.

Incluso, los partidos políticos de nueva creación padecen una serie de restricciones como, por ejemplo, las siguientes:

* Solo reciben parte del 30% del financiamiento público que se distribuye de manera igualitaria entre todos los partidos; y como el 70% se reparte según el porcentaje de votos obtenido en la última elección, no les toca porque es la primera vez que compiten.

* Algo similar ocurre con el acceso al tiempo de radio y televisión de los partidos políticos.

Y entre más partidos de nueva creación existan, menos les toca. Mientras a los partidos llamados “grandes”, o a los longevos, o a los chiquitines con años de participar en elecciones (pero sin crecer) les toca más financiamiento y más tiempo de radio y televisión, además gozan libremente del derecho de coaligarse.

Claro, los más beneficiados de la inequidad son los partidos “grandes”, los cuales someten a los partidos chicos dándoles la oportunidad de coaligarse con ellos, pero a cambio deberán jugar el papel de satélites. Y con los partidos de nueva creación suelen hacer coaliciones fácticas, con los mismos fines de sometimiento y comparsa.

Es más, los partidos grandes suelen impulsar la constitución de partidos satélite, que en realidad son mero membrete y solo existen como extensiones de los grandes para que éstos se alleguen de más financiamiento público y para poder tener margen de acción con fines de pulverización del voto.

En fin, habría que preguntar ¿cuáles fueron las razones de acotar a los partidos de nueva creación? Seguramente se trató de razones políticas: Evitar el crecimiento de los partidos minoritarios y, en consecuencia, un real pluripartidismo.

Y miren, las prohibiciones no son normas recientes; ya tienen años insertas en las leyes electorales. Pero nadie se ha atrevido a abrogarlas para dar paso a reglas generadoras de la más amplia equidad en la competencia electoral.

Claro, siempre ha habido voces aisladas demandando equidad entre los partidos políticos que acaban de obtener su registro y los partidos con tiempo de haberse constituido.

Sin embargo, aquellas voces no han encontrado eco, a pesar de que los partidos políticos son piezas fundamentales para la democracia, la representatividad, la división de poderes y el sistema de pesos y contrapesos, como bien argumenta la senadora Sasil de León.

Ahora es el momento de eliminar todas las normas electorales que impiden a los partidos de nueva creación competir en condiciones de equidad. No obstante, hasta el momento ha sido más poderosa la fuerza del sometimiento a Morena como partido en el gobierno.

Ahora es momento de empezar a construir un real sistema de partidos políticos en nuestro país; un sistema vigoroso y necesario para la democracia, pues sin contrapesos México está condenado a las dictaduras y tiranías.

Y si no es ahora, difícilmente será mañana.

La iniciativa de la senadora, que reforma el numeral 4 del artículo 85 de la Ley General de Partidos Políticos, fue turnada a las comisiones de Gobernación y de Estudios Legislativos, Segunda, para su análisis y dictamen correspondiente.

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Correo: rosyrama@hotmail.com

 

 

Rosy RAMALES

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