Rosy RAMALES
El “incidente” ocurrido ayer en la Comisión Permanente del Congreso de la Unión acrecienta la evidencia de por los menos las siguientes situaciones bochornosas:
Una: Que Morena efectivamente actúa como “partido de estado”.
Así, interpretando a contrario sensu las palabras de Porfirio Muñoz Ledo cuya bancada le negó la palabra en tribuna para rectificar hechos sobre la actuación de la Guardia Nacional respecto de la ola migratoria en la frontera sur de México, en el contexto del informe de la presidenta de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra.
El legislador iba a exponer videos para ver cómo elementos de la Guardia Nacional maltratan a migrantes, hechos de los cuales hizo mutis Piedra Ibarra. Incluso, Porfirio habría dicho que ya había hablado con ella y quería conocer los videos.
Pero la bancada morenista votó en contra de otorgarle el uso de la palabra porque el reglamento marcaba un procedimiento distinto, según argumentó la presidenta de la Comisión Permanente, Mónica Fernández.
Ja. Cuando les conviene se agarran de la legalidad, pero cuando no, transgreden las reglas a placer. El más claro ejemplo de violación de disposiciones legales fue precisamente la reciente cuestionada elección de Rosario Piedra como presidenta de la CNDH.
Y han caído al grado de la censura de los propios compañeros de bancada con tal de proteger las acciones del Gobierno Federal encabezado por el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien, por cierto, ha dicho que la Guardia Nacional ha actuado conforme a Derecho, sin violar los derechos humanos de migrantes.
Por eso Muñoz Ledo, al ser censurado por su propia bancada, protestó diciendo: “¡No somos un partido de Estado!”
Y él, como muchos de quienes ahora militan en Morena, incluido AMLO, salieron del otrora hegemónico Partido Revolucionario Institucional (PRI), del cual tanto cuestionaron sus nocivas prácticas de partido de Estado.
Muñoz Ledo tiene razón al decir: “Hay censura. La bancada de Morena está adoptando los peores métodos del PRI, que no dejaba hablar. Me creo con justa razón para decirlo, me siento fundador de este movimiento, junto con Ifigenia Martínez, Cuauhtémoc Cárdenas y finalmente Andrés Manuel”.
Qué triste.
Dos: Que Rosario Piedra efectivamente actúa como subordinada del Ejecutivo Federal, y ha hecho (o hará) de la CNDH una dependencia más.
Hacer mutis ante probables atropellos de la Guardia Nacional a los migrantes, lo dice todo. Ni discurso ni medida cautelar, revela el temor, las órdenes o la disposición de Rosario Piedra no solo de callar, sino de proteger las acciones de gobierno.
Cuánto le pesa el haber sido electa gracias al manto protector del Ejecutivo.
Si bien es cierto que el Estado mexicano, representado política y administrativamente por el presidente López Obrador, debe velar por los intereses de los connacionales y aplicar las leyes migratorias, también es cierto que debe garantizar el respeto a los derechos humanos de los migrantes de otros países, en este caso del sur y centro de América.
Claro, también había que entender que si los elementos de la Guardia Nacional piden a los migrantes de la manera más atenta abandonar el país, por favor y hasta por favorcito, los migrantes no harán caso, máxime tan encaprichados que están en atravesar nuestro país para llegar a Estados Unidos.
Sin embargo, existen protocolos cuando es necesario usar la fuerza pública.
Después con qué cara México exigirá a Estados Unidos respeto a los derechos humanos de nuestros migrantes si ponemos el ejemplo en cuanto a la transgresión de los mismos.
Y miren, Morena y el Gobierno Federal tienen la culpa de que los migrantes también se burlen de las leyes mexicanas y entren a territorio nacional como Juan por su casa, porque en lugar de implementar medidas para frenar las olas migratorias primero hacia México, implementa acciones apapachadoras: Comida, trabajo, salud.
Bien, es humanidad, pero los migrantes abusan. Y en nuestro país el horno no está para bollos en materia económica, financiera, laboral, sanitaria, etc.
Tres: Que el gobierno desgasta en exceso a la Guardia Nacional, que los elementos de la misma carecen de conocimientos en protocolos y en materia de derechos humanos.
Cuatro: Que el Gobierno Federal hace sándwich a los mexicanos entre su intento por cumplir las exigencias del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su ánimo de ser congruente como izquierda en la defensa de los derechos humanos.
En fin, nada más falta que Muñoz Ledo abandone Morena.
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Correo: rosyrama@hotmail.com
Rosy RAMALES
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