CRÓNICA POLÍTICA: ¿Morena perfila a México para otra Guerra Cristera?

 

Rosy RAMALES

Ojo con las palabras chiquitas de la senadora de Morena Soledad Luévano, quien intenta convencer que no pretende eliminar el Estado Laico argumentando que todas las personas que la critican hacen una mala interpretación de la iniciativa que presentó para reformar la Ley de Asociaciones Religiosas.

En redes sociales dijo:

“Leer evitará que digas que ‘propuse la desaparición del Estado Laico’. El espíritu de Juárez está en el Artículo 130 Constitucional que garantiza la separación entre la Iglesia y el Estado, y nadie pretende modificarlo.”

“La Ley de Asociaciones Religiosas es la norma que propuse modificar, fue promulgada por Carlos Salinas de Gortari y ya es obsoleta.”

Cierto, no se trata de una modificación a disposiciones de la Carta Magna, sino una mega reforma a la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, cuyo tratamiento legal fue como una “Nueva Ley publicada en el Diario Oficial de la Federación el 15 de julio de 1992”.

Efectivamente fue una Ley creada en el sexenio salinista, con posteriores modificaciones pequeñas en el curso del tiempo; la última reforma a la misma se publicó en el Diario Oficial de la Federación el 17 de diciembre del 2015 en la administración de Enrique Peña Nieto cuando se crea la creación de la Secretaría de Cultura.

Pero esa Ley creada durante el mandato Salinas abrogó la Ley Reglamentaria del Artículo 130 de la Constitución Federal, publicada en el DOF el 18 de enero de 1927; la Ley que Reglamenta el Séptimo Párrafo del Artículo 130 Constitucional, relativa al número de sacerdotes que podrán ejercer en el Distrito o Territorio Federales, publicada en el DOF el 30 de diciembre de 1931; la Ley que Reforma el Código Penal para el Distrito y Territorios Federales, sobre delitos del fuero común y para toda la República sobre delitos contra la Federación, publicada en el DOF el 2 de julio de 1926; así como el Decreto que establece el plazo dentro del cual puedan presentarse solicitudes para encargarse de los templos que se retiren del culto, publicado en el DOF el 31 de diciembre de 1931.

Así se lee en los primeros artículos transitorios de la referida Ley de Asociaciones Religiosa y Culto Público (que consta de 36 artículos) y la cual derogó las disposiciones de la Ley de Nacionalización de Bienes, reglamentaria de la fracción II del Artículo 27 Constitucional, publicada en el DOF el 31 de diciembre de 1940.

Como ven, en realidad Salinas hizo una nueva legislación reglamentaria al artículo 130 de la Carta Magna, pilar de la separación Iglesia-Estado en nuestro país, permitiendo rendijas a los principios juaristas. También se permitieron en las posteriores administraciones federales.

Pero nunca de la magnitud que ahora pretende Morena vía su senadora zacatecana Morena Soledad Luévano, quien, intentando salvar a su partido de la inmoralidad religiosa ha dicho haber presentado la iniciativa a título personal.

Es probable, pero una iniciativa de tal envergadura, que sí trastoca los principios de la separación Iglesia-Estado, por supuesto que debe tener el aval del líder parlamentario, Ricardo Monreal Ávila, quien a su vez obedece al jerarca moral partidario, Andrés Manuel López Obrador, actual Presidente de México.

Vaya, en Morena nada se mueve sin la voluntad de AMLO; que se haga de la vista gorda, es otra cosa. Es más, en la presentación de la iniciativa puede haber una simulación de negativa en cuanto al origen de la misma; incluso a la negativa por parte de Monreal y del mandatario de impulsarla.

Porque en realidad se trata de una mega reforma a legislación reglamentaria del artículo 130 constitucional, que en vez de salvaguardar los principios sobre la separación Iglesia-Estado (los del Estado Laico), los debilita con el argumento de permitir la libertad religiosa.

El Estado Laico no admite ninguna religión, por eso en sí mismo garantiza la libertad religiosa, pues el Estado funciona de manera independiente de cualquier religión, ni ésta debe influir en las políticas nacionales.

Por eso la iniciativa de la senadora de Morena ha levantado ámpula, porque ella confunde el Estado Laico con una la libertad religiosa pero para permitir la participación de todo tipo de iglesias en los asuntos públicos. Cuando menos así se entiende su siguiente mensaje en redes sociales:

“Con respeto, tolerancia y sin tabúes podemos trabajar juntos para que miles de asociaciones religiosas de nuestro país puedan ayudar a que México sea un país donde todos vivamos mejor.”

Y también la intromisión se entiende cuando se va al texto de la iniciativa; basta citar dos ejemplos de su propuesta modificación:

En el artículo 1º de la Ley, plantea cambiar el hecho de que está “fundada en el principio histórico de la separación del Estado y las iglesias, así como en la libertad de creencias religiosas…” para establecer que está “fundada en el derecho humano a la libertad de convicciones éticas, de conciencia y de religión”.

De ese tamaño la reforma de la senadora de la Cuarta Transformación, una transformación regresiva, pues la legisladora de Morena pretende borrar de un plumazo la historia del país, la lucha de don Benito Juárez García y la esencia de las principales Leyes de Reforma, entre las cuales se encuentran la Ley de Nacionalización de los Bienes Eclesiásticos (1859), Ley de Matrimonio CivilLey Orgánica del Registro Civil y la Ley de Libertad de Cultos.

Después de dichas Leyes, la Iglesia (en ese entonces principalmente la Católica) quedó vetada para intervenir en todo asunto público. Pero la senadora de Morena ahora quiere que las iglesias (quizá principalmente la Evangélica) ahora puedan colaborar con el gobierno para la promoción del desarrollo social, obligaría a las personas a mantener a las Iglesias, formación religiosa con validez oficial, acceso a tiempos de radio y televisión, centros de divulgación religiosa, etc.

Vaya, esta senadora de Morena no solo pretender meter a México en el túnel del tiempo para retrocederlo hasta antes de la época de Benito Juárez, sino tal parece que perfila a los mexicanos a protagonizar una nueva Guerra Cristera.

Ah, y plantea derogar: Las convicciones religiosas no eximen en ningún caso del cumplimiento de las leyes del país. Nadie podrá alegar motivos religiosos para evadir las responsabilidades y obligaciones prescritas en las leyes”

¿Qué tal? ¿Cuántos trasfondos tiene la iniciativa de la senadora de Morena? ¿Dicha propuesta va a favor o en contra del aborto y del matrimonio igualitario?

En fin, cuidado con la letra chiquita de la iniciativa. Porque el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador tiene una creencia similar sobre la libertad de culto de la senadora de Morena.

***

Correo: rosyrama@hotmail.com

Rosy RAMALES

Sé el primero en comentar

Déjanos un comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


*